El dilema de la carne: riesgos y beneficios de una dieta basada en vegetales
Salud
Por: Yael Zárate Quezada - 03/25/2025
Por: Yael Zárate Quezada - 03/25/2025
A diferencia de hace un siglo, el debate sobre el consumo de carne ha cobrado una relevancia que involucra razones éticas, medioambientales o de salud y cada vez más personas están optando por dietas vegetarianas o veganas. Sin embargo, dejar de consumir carne de manera abrupta puede traer consigo algunos riesgos para la salud si no se hace de manera planificada y bajo supervisión profesional.
Su consumo moderado proporciona proteínas de alta calidad, esenciales para la reparación y construcción de tejidos, así como vitaminas y minerales clave para el funcionamiento del organismo.
De acuerdo con Mariana Isabel Valdés Moreno, jefa de la carrera de Nutriología en la Facultad de Estudios Superiores, plantel Zaragoza de la UNAM, este alimento es fundamental en la dieta porque tiene características nutrimentales como es el hierro, que sirve para constituir una parte de la masa muscular, además, transporta el oxígeno a todo el cuerpo a través de los eritrocitos. “Si no tengo suficiente hierro tendré problemas de anemia”, comentó la especialista en una entrevista para la UNAM.
Aunque las legumbres, los frutos secos y los cereales integrales pueden suplir parte de estas necesidades, es fundamental combinarlos correctamente para obtener un perfil proteico completo. La combinación de frijoles con maíz o de lentejas con arroz es un ejemplo de cómo maximizar la absorción de aminoácidos esenciales en dietas vegetarianas.
Es importante mencionar que muchas de las personas que han crecido desde la infancia con una dieta vegana, no han presentado problemas sobre su falta de consumo de carne. Sin embargo, aquellas personas que sí la comen y que deciden dejarla de un momento a otro, pueden presentar descompensaciones, por lo cual es indispensable consultar esta decisión con alguien especializado para poder hacer esta transición alimentaria sin mayores riesgos.
Por otro lado, reducir o eliminar el consumo de carne puede traer beneficios significativos si se lleva a cabo de forma equilibrada. Una dieta rica en vegetales, frutas, legumbres y cereales integrales puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Además, la microbiota intestinal se ve favorecida con una alimentación basada en plantas, promoviendo un sistema digestivo saludable y un mejor funcionamiento del sistema inmunológico.
La respuesta no es absoluta. Cada persona tiene necesidades nutricionales distintas y lo ideal es encontrar un equilibrio que beneficie la salud sin comprometer el bienestar. Para quienes desean adoptar una dieta vegetariana o vegana, la clave está en planificar adecuadamente el cambio, asegurando una ingesta adecuada de proteínas, hierro, vitamina B12 y otros micronutrientes esenciales.
Por otro lado, el consumo moderado de carne, privilegiando opciones más saludables como el pollo, el pescado o cortes magros de res, sigue siendo una alternativa válida para quienes desean mantener un balance nutricional sin comprometer su bienestar.
Al final, la decisión es personal. Lo importante no es solo qué comemos, sino cómo lo hacemos y cuáles son los efectos a largo plazo en nuestra salud y en el planeta.