Sistemas B, un enfoque empresarial que alinea la economía con las urgentes necesidades ecológicas
Ecosistemas
Por: Luis Hara - 11/01/2023
Por: Luis Hara - 11/01/2023
El cambio climático y la degradación ambiental son problemas urgentes que requieren soluciones efectivas y compromisos genuinos de las empresas. Actualmente vivimos, como señala, el empresario Felipe Fernández Sánchez Navarro, "una distopía" y para salir de esta creciente pesadilla climática y social, "tenemos que pensar en una nueva economía y en una nueva manera de hacer negocios sin que le traduzcamos esos costos a la comunidad y al medioambiente".
Fernández habló para el diario La Vanguardia en el marco del la reunión del Consejo de Sistema B México, organismo que preside. El modelo de las empresas B surge en respuesta a la necesidad de alinear el desarrollo económico con los requerimientos de desarrollo sustentable. Su fundamento es no sólo obtener beneficios económicos, sino también generar un impacto positivo en la sociedad y el medioambiente.
El Sistema B es una herramienta que ayuda a las empresas a identificar y adoptar las mejores prácticas en sustentabilidad social, ambiental y de gobernanza. Las empresas certificadas gozan de ventajas como acceso a financiamientos especiales y mejor retención y atracción de talento.
Según Fernández, aunque crear una Empresa B comenzó como una vocación y una decisión basada en principios personales, cada vez más se está convirtiendo en una obligación. Diversos países están implementando legislaciones que promueven, y en algunos casos exigen, prácticas empresariales sostenibles. La pregunta urgente es: ¿las empresas esperarán a que la ley las obligue, o actuarán de acuerdo con sus principios desde ahora?
Refiriéndose a los desafíos planetarios que enfrentamos, Fernández menciona:
Nuestro planeta necesita ciertas condiciones para permitir el desarrollo humano y el desarrollo de la vida. Estos nueve límites planetarios, autorados por Johan Rockstrom y el Centro de Resiliencia de Estocolmo, están en números rojos. De los nueve, seis están completamente excedidos. Por darte un ejemplo: carbono, partículas por millón de carbono en la atmósfera, es uno de estos límites; acidificación de los océanos; pérdida de biodiversidad, que es el más grave y el más crítico: estamos perdiendo a pasos agigantados tanto variedad de especies como números de población de esas especies.
Fernández sostiene que el cambio hacia una empresa B, o algún modelo equivalente, obedece a las más pura lógica de beneficio común:
No es un tópico, porque es práctico, pero sin lugar a dudas no podemos seguir con el statu quo. El costo ha sido muy elevado y el concepto es que hay costos que las empresas incurren hacia la comunidad, que no están asociados al precio de su producto o servicios, y que estamos pagando todos como comunidad.
México enfrenta desafíos enormes en esta transición hacia la responsabilidad social, pero herramientas como el Sistema B pueden ser catalizadores del cambio necesario. Fernández concluye con una frase lapidaria para aquellos que siguen, irracional y egoístamente, persiguiendo ganancias económicas infinitas sin tener conciencia de los efectos que tiene su ambición desmedida. "Cuando todos los ríos se hayan secado; cuando el último pescado se haya pescado; cuando el último árbol se haya talado, entonces nos daremos cuenta que el dinero no se come".