¿Por qué el tiempo pasa más lento cuando viajas muy rápido? La ciencia detrás de la relatividad
Ciencia
Por: Carolina De La Torre - 08/21/2025
Por: Carolina De La Torre - 08/21/2025
Quizá desde niño soñaste con ser astronauta o viste en películas los viajes al espacio. Pero saber que para ti podrían pasar horas mientras en la Tierra transcurren años hace que esto ya no parezca tan divertido. Esto, sin embargo, es mucho más que ficción: es la dilatación del tiempo, un efecto real de la teoría de la relatividad especial de Albert Einstein, propuesta en 1905.
La física moderna ha demuestrado que un segundo, no siempre es un segundo, como lo pensamos en la cotidianidad. El tiempo forma parte de una estructura llamada espacio-tiempo, que combina las tres dimensiones del espacio con la del tiempo. A velocidades extremas, esta “tela” se comporta de forma distinta: el tiempo para quien viaja rápido transcurre más despacio que para quien permanece en reposo.

Este fenómeno es más que teórico. En 1971, los físicos Hafele y Keating llevaron relojes atómicos alrededor del mundo en aviones y compararon sus mediciones con relojes que permanecieron en tierra. Los resultados coincidieron con la predicción de Einstein: los relojes en movimiento registraron menos tiempo. Hoy, la dilatación del tiempo se tiene en cuenta en tecnologías que usamos todos los días, como los satélites del GPS. Sin ajustar sus relojes para este efecto, los errores en la ubicación serían de varios kilómetros en cuestión de minutos.
En física de partículas, también es evidente: partículas subatómicas que normalmente durarían fracciones de segundo “viven” más tiempo cuando se desplazan a velocidades cercanas a la de la luz. Desde nuestra perspectiva, su tiempo interno se ralentiza.
Así que, aunque no vayamos a cruzar el espacio a la velocidad de la luz mañana, la relatividad no es sólo un concepto abstracto: está en todo lo que usamos y nos recuerda que el tiempo, lejos de ser absoluto, es más flexible de lo que creemos.