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Arnoldo Kraus, médico, profesor de la UNAM y referente de la bioética laica, falleció a los 73 años. Su obra unió ciencia, ética y literatura

Arnoldo Kraus se fue el 30 de agosto de 2025, a los 73 años. Con él se apaga una de las voces más lúcidas y humanas de la medicina y la bioética en México. Fue más que sólo médico, también fue un pensador que nos enseñó a mirar el sufrimiento, la memoria y la dignidad con ojos más amplios.

La noticia de su muerte fue confirmada por la Universidad Nacional Autónoma de México y el Seminario Permanente de Bioética, instituciones que lamentaron profundamente la partida de quien fuera profesor, investigador y fundador. Desde la Facultad de Medicina, donde formó a generaciones de estudiantes, lo recordaron como un maestro de la relación médico-paciente. El Programa Universitario de Bioética subrayó sus contribuciones a la ética médica, mientras que el Seminario lo despidió resaltando su amor por el conocimiento.

Hijo de una familia judía marcada por el Holocausto, Kraus nació en la Ciudad de México en 1951. Estudió Medicina en la UNAM y realizó estudios de posgrado en Medicina Interna, Inmunología y Reumatología en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán. Su trayectoria combinó la docencia y la investigación con la práctica clínica en el hospital ABC, donde ejerció durante años.

Su mirada no se limitó al ámbito académico. Fue columnista y colaborador en medios nacionales e internacionales, desde La Jornada y El Universal hasta El País y Nexos. En 2018 recibió el Premio Ángel de la Ciudad por su obra literaria, reconocimiento a una escritura que siempre unió ciencia y sensibilidad.

La bioética fue su territorio. Para Kraus era “la ciencia de la supervivencia”, la filosofía necesaria del siglo XXI. Sus reflexiones abordaron con firmeza los grandes dilemas de la medicina moderna: la eutanasia, el suicidio asistido, la muerte digna, el aborto, el duelo. Siempre desde una postura laica, siempre desde la convicción de que la medicina debía poner la dignidad humana en el centro.

Entre sus libros más recordados están Morir antes de morir. Con el artista Vicente Rojo firmó proyectos como Apología del lápiz y Apología del libro, diálogos entre ética y estética. En total dejó más de veinte obras y decenas de artículos que son, más que textos, puentes para hablar de lo inevitable: la vida y la muerte.

Kraus fue, en esencia, un humanista. Quienes lo conocieron lo recuerdan como un hombre sereno, irónico y melancólico, pero siempre dispuesto a acompañar a otros en sus dudas. Su partida deja un hueco en la medicina mexicana, pero también una brújula ética que seguirá marcando rumbo para médicos, pacientes y lectores.


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