«Leonora» de Elena Poniatowska: una biografía embrujada de la artista surrealista Carrington
Libros
Por: Carolina De La Torre - 06/07/2025
Por: Carolina De La Torre - 06/07/2025
Hay mujeres que la historia quiso reducir a notas al pie. Que la crítica intentó encapsular como "excéntricas", "musas" o "locas". Leonora es el conjuro literario con el que Elena Poniatowska rompe esa jaula. Lo que entrega no es una biografía, sino el eco encantado de una vida que jamás quiso ser domesticada. No una biografía, no una novela del todo. Más bien un ritual. Una invocación donde la vida de Carrington la etiquetada niña aristócrata, amante de Max Ernst, la mujer que enloqueció y luego se rehízo entre brujas mexicanas y cuadros embrujados, se escapa de las fechas y se convierte en fábula de carne.
Leonora no cabe en una cronología. Su vida fue hechizo en movimiento. Y Poniatowska lo sabe: por eso se permite la mezcla, el sobresalto, el desborde. Con la libertad de quien ha escuchado a la propia Carrington hablarle al oído durante décadas en confidencia, Elena construye un mapa afectivo más que histórico. En él, la lógica cede al mito, y los hechos se pliegan como papeles ante el misterio de una mujer que nunca quiso ser domesticada.
Lo que podría haber sido una biografía termina siendo un espejo empañado donde Carrington no se refleja, sino que nos mira. Nos interpela. Porque Leonora, aunque se disfrace de vida ajena, nos habla a todas las que hemos tenido que romper un mundo para crear uno nuevo. A las que hemos sido envueltas por sentir demasiado, por mirar y soñar demasiado lejos, por no querer ser solo musas sino diosas aún en el caos.
Poniatowska reconstruye la vida de Carrington desde su infancia en Inglaterra hasta sus últimos días en México, pasando por sus años junto al movimiento surrealista en Europa, su relación con Max Ernst, su internamiento psiquiátrico en Santander durante la Segunda Guerra Mundial, y su renacimiento artístico en tierras mexicanas. No se limita a narrar acontecimientos: los embebe en imágenes, sensaciones y símbolos. Leonora aparece siempre en fuga: de su clase social, de los hombres que quisieron apropiarse de su genio, de los diagnósticos, del lenguaje llano. A través de una prosa fluida y encantatoria, el libro va desnudando nosolo una vida extraordinaria, sino también el precio de la libertad en un mundo hecho para encerrar a las mujeres que sueñan demasiado.
Poniatowska no busca explicarla. No intenta psicoanalizarla ni encerrarla en fórmulas. La escribe con respeto, pero sin distancia. Con fascinación, pero sin ingenuidad. Y, sobre todo, con la certeza de que contar su historia es también romper con la narrativa patriarcal que relega a las mujeres artistas al pie de página de los genios varones.
Leonora fue celebrada por la crítica —ganó el Premio Biblioteca Breve en 2011—, pero más allá de los laureles, lo que importa es lo que hace con nosotras. Cómo nos mueve. Cómo nos recuerda que el arte puede ser una forma de locura, sí, pero también una manera de sanar y encontrarte. Que hay belleza en lo indomesticable.
Y que a veces, para contar una vida, hay que volverla hechizo.