Arqueólogo descubre por accidente una impresionante ciudad maya
Ciencia
Por: Cristhian Pagot - 10/29/2024
Por: Cristhian Pagot - 10/29/2024
En el corazón de la selva maya de Campeche, México, ha surgido "Valeriana", una ciudad maya de proporciones monumentales, gracias al uso de la tecnología Lidar. Este descubrimiento reciente, encabezado por el antropólogo Luke Auld-Thomas, revela una urbe compleja, con pirámides, plazas y sistemas de agua, oculta durante siglos bajo la espesa vegetación. La tecnología Lidar, que utiliza pulsos de láser para mapear el terreno desde el aire, permitió a los arqueólogos “ver” bajo la selva, revelando no solo Valeriana, sino también otros dos asentamientos mayas que demuestran que estas áreas, antes consideradas “naturales” y sin actividad humana, fueron en realidad densamente pobladas y ricas en estructuras.
El proceso detrás del hallazgo es innovador y desafiante. Ante el alto costo de los estudios con Lidar, Auld-Thomas aprovechó un mapeo forestal de 2013, realizado con fines ecológicos, para investigar la región. Su intuición resultó en la revelación de Valeriana, una ciudad que se cree albergó hasta 50,000 personas en su apogeo, con estructuras urbanas propias de un centro político maya de la era clásica (250-900 d.C.). Entre sus características principales destacan dos áreas monumentales interconectadas, calzadas, templos piramidales y hasta una cancha para el ancestral juego de pelota. Esta disposición urbana no solo sugiere una alta densidad poblacional, sino también un avanzado manejo de recursos, como un sistema de reservorios para abastecimiento de agua.
Los estudios actuales muestran que la complejidad de estas ciudades mayas ofrece lecciones valiosas para el urbanismo moderno. La civilización maya no solo fue pionera en técnicas de construcción y administración de recursos, sino que también desarrolló sistemas urbanos diversos, que incluyen desde zonas agrícolas intercaladas con áreas residenciales hasta centros densamente poblados. En el caso de Valeriana, su ubicación cercana a una carretera principal sugiere que, paradójicamente, permaneció oculta a simple vista durante siglos, incluso para los habitantes modernos de la región.
Este descubrimiento desafía la visión tradicional de las áreas tropicales como lugares hostiles para la vida urbana densa. Según Auld-Thomas, la capacidad de los mayas para adaptarse a estas condiciones demuestra que, en lugar de ver a la jungla como un obstáculo, la integraron en su vida cotidiana, estableciendo ciudades autosuficientes y resilientes. En un contexto de cambio climático, este modelo de coexistencia con el entorno y gestión eficiente de recursos cobra una relevancia inesperada para nuestras propias ciudades.
Este hallazgo también marca un cambio de paradigma en la arqueología mesoamericana. Hace solo seis años, el mismo equipo había descubierto, mediante Lidar, miles de estructuras ocultas en la jungla de Guatemala, lo cual sugirió que la población en la región era mucho mayor de lo que se pensaba. Esta tecnología ha permitido mapear en una década lo que habría tomado un siglo con métodos tradicionales. Sin embargo, también plantea un nuevo reto: hay más sitios arqueológicos de los que los equipos pueden estudiar en una vida.
Valeriana, como símbolo de este descubrimiento, es solo el comienzo de una potencial nueva era para la arqueología maya, que promete desvelar secretos aún guardados bajo el dosel de la jungla y transformar nuestra comprensión de cómo las civilizaciones antiguas abordaban los desafíos urbanos y ambientales.