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A partir del 7 de agosto, películas como El viaje de Chihiro, La princesa Mononoke y Kiki: Entregas a domicilio volverán a proyectarse en salas de cine, celebrando la obra de Hayao Miyazaki y la magia de Ghibli.

A partir del 7 de agosto, las salas de cine volverán a llenarse de espíritus, brujas, gatos parlantes y criaturas del bosque. Studio Ghibli, uno de los estudios más influyentes en la historia del cine animado, presenta un ciclo de once de sus películas más emblemáticas, una invitación a reencontrarse con mundos que han marcado generaciones.

El ciclo arranca con El viaje de Chihiro, la obra maestra de Hayao Miyazaki que ganó el Oscar a Mejor Película Animada y se convirtió en un referente global del cine japonés. En ella, una niña cruza al mundo de los dioses y debe enfrentar sus miedos para rescatar a sus padres, convertidos en cerdos. Su regreso a la pantalla grande inaugura una programación que se desplegará en distintas etapas, pensada tanto para quienes crecieron con estas historias como para quienes las descubrirán por primera vez.

Además de Chihiro, el ciclo incluirá títulos como La princesa Mononoke, una épica sobre el conflicto entre la naturaleza y el progreso humano; Kiki: entregas a domicilio, donde una joven bruja busca encontrar su lugar en el mundo; y Se levanta el viento, la última película de Miyazaki antes de su retiro temporal, que narra con melancolía la vida de un ingeniero aeronáutico en tiempos de guerra.

No todo será fantasía conocida. También habrá espacio para joyas menos comerciales, como El cuento de la Princesa Kaguya, dirigida por Isao Takahata, una adaptación luminosa y dolorosa de una leyenda japonesa, animada con pinceladas que evocan la pintura tradicional. O Mis vecinos los Yamada, que apuesta por un estilo visual minimalista y una narrativa fragmentada para retratar la cotidianidad familiar.

 Esta es una oportunidad para habitar de nuevo los silencios, las transformaciones y los símbolos que Ghibli ha sabido convertir en lenguaje cinematográfico. Historias que, aunque animadas, nunca fueron pensadas solo para niños: hablan de la naturaleza, del crecimiento, del amor, del adiós.

Las funciones se repartirán en fechas clave. El primer bloque, el 7 de agosto, tendrá como protagonista a El viaje de Chihiro. El 28 del mismo mes se proyectarán El cuento de la Princesa Kaguya, La colina de las amapolas, Recuerdos del ayer y La guerra de los mapaches. Luego, el 16 de octubre será el turno de La princesa Mononoke; el 6 de noviembre llegarán Se levanta el viento, Mis vecinos los Yamada, Porco Rosso y El regreso del gato. Finalmente, el ciclo cerrará el 4 de diciembre con Kiki: entregas a domicilio.

Volver a ver estas películas en la pantalla grande no es solo una experiencia estética: es una forma de conectar con el tiempo, con los mundos internos y con las preguntas que el cine de Ghibli ha dejado flotando en el aire desde hace décadas.

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Imagen de portada: Generación Ghibli