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Aunque impresionantes, estos colosos planetarias no podrían albergar vida en sus millones debido a una sola cuestión: la falta de agua.

La vida como la conocemos no podría ser de otra forma fuera del planeta Tierra. La incapacidad de nuestra especie de adaptarnos de manera rápida a condiciones adversas haría imposible que nuestra supervivencia pudiera ser posible fuera de este “punto azul pálido”.

Y aunque en muchas escenas de la ciencia ficción podemos ver a los seres humanos coexistir con otros seres en planetas cubiertos en su mayoría por fuego, tierra, agua, selva o arena, lo cierto es que resulta imposible la vida en condiciones tan únicas como lo serían algunos de los planetas más icónicos de la ficción: Arrakis, de la saga Dune, y Tatooine de la saga Star Wars.

De acuerdo con la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), aunque fascinantes, estos planetas carecen de las condiciones necesarias para albergar vida. La razón es que la “zona habitable” de estos planetas desérticos, es decir, el rango de distancia alrededor de una estrella que brinde las condiciones óptimas para la existencia de agua, presenta una considerable pérdida catastrófica de este elemento vital, lo que genera cambios de temperatura extremos.

Los planetas que carecen de grandes reservas de agua, como Tatooine o Arrakis, tienden a ser inestables. En cuerpos celestes con menos del 10% de su superficie cubierta por agua, esta tiende a evaporarse rápidamente, lo que provoca una aceleración en la pérdida del equilibrio atmosférico. 

En este sentido, Venus es un claro ejemplo: aunque pudo haber contado con grandes masas de agua en el pasado, hoy no puede retener líquidos en su superficie debido al sobrecalentamiento.

Esta falta de humedad impide regular el dióxido de carbono, lo que dispara las temperaturas y destruye cualquier posibilidad de sustentar vida. 

La realidad es que planetas como Tatooine o Arrakis solo podrían existir en ficción, pues sus condiciones extremas harían inviable cualquier forma de vida. La pérdida de humedad y la imposibilidad de conservar agua líquida los condenaría a ser espacios inhabitables.

 

Breve ficha técnica de Tatooine

Este planeta ficticio orbita dos soles, Tatoo I y Tatoo II, lo que provoca jornadas extremadamente luminosas y cálidas. Su superficie está dominada por desiertos y formaciones rocosas, y la humedad ambiental es escasa, con un promedio de apenas 5.4%. Menos del 1% de Tatooine está cubierto por agua superficial, lo que hace que sus regiones habitables se limiten a pequeñas zonas templadas en su hemisferio norte. Desde el espacio, este planeta luce tan brillante que podría confundirse con una estrella.

 

Breve ficha técnica de Arrakis

Arrakis es un planeta extremadamente seco donde las precipitaciones son inexistentes. Su superficie está cubierta por vastas dunas de arena y montañas rocosas dispersas. Las únicas fuentes de agua se encuentran en sus casquetes polares y en las trampas cazadoras de viento. Entre sus fenómenos meteorológicos destacan las tormentas de coriolis, vientos extremadamente potentes impulsados por la rápida rotación del planeta. Estas tormentas levantan miles de partículas de arena que quedan suspendidas en la atmósfera y descienden posteriormente en un fenómeno conocido como El-Sayal, también llamado "lluvia de arena".


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Imagen de portada: Reedit