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La mesa decembrina en México: tradición, memoria y nuevas formas de celebrar

Buena Vida

Por: Mateo León - 12/15/2025

La mesa decembrina en México combina tradición, memoria y nuevas interpretaciones culinarias, donde los sabores clásicos se adaptan al presente sin perder su significado

Diciembre transforma la mesa en algo más que un lugar para comer. En México, las reuniones de fin de año funcionan como un ritual compartido donde los sabores, las bebidas y las conversaciones se entrelazan con la memoria colectiva. No se trata únicamente de celebrar, sino de reconectar: con la familia, con las tradiciones y con aquellos platillos que, año tras año, regresan como un lenguaje común.

Los datos confirman lo que muchas cocinas ya saben. De acuerdo con cifras del Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE), el pavo se mantiene como el platillo principal de las fiestas decembrinas para el 29% de los mexicanos, muy por encima de los tamales (14%) y la pierna al horno (10%). Más allá de la estadística, estas preferencias revelan cómo ciertos sabores se han consolidado como símbolos de reunión y continuidad cultural.

En ese contexto, la temporada no solo invita a repetir recetas heredadas, sino también a repensarlas. La tradición culinaria mexicana no es estática: se adapta, se resignifica y dialoga con nuevas sensibilidades sin perder su esencia. Así, los platillos clásicos pueden mantenerse vigentes a través de reinterpretaciones que respetan su origen, pero los colocan en un presente distinto.

Desde esta mirada, la colaboración entre la cerveza Noche Buena y la chef Lula Martín del Campo propone una lectura contemporánea de la mesa decembrina. La idea no es desplazar lo conocido, sino subrayar su relevancia actual. El bacalao a la vizcaína, por ejemplo, continúa ocupando un lugar central en muchas mesas mexicanas, mientras que preparaciones como la sopa de jitomate rostizado o el cerdo glaseado recuperan ingredientes cotidianos y los elevan mediante técnicas y combinaciones pensadas para compartir.

La bebida también forma parte de este relato. En las celebraciones, el maridaje deja de ser un gesto técnico para convertirse en un acompañamiento emocional: refrescar, equilibrar, resaltar. Las distintas variedades de Bohemia funcionan aquí como un hilo conductor que dialoga con los sabores sin imponerse, permitiendo que cada platillo conserve su protagonismo.

Este tipo de propuestas responde a un cambio más amplio en la forma en que se vive la gastronomía en México. Cada vez más personas buscan experiencias que respeten la tradición, pero que también ofrezcan algo nuevo: una variación, una lectura distinta, una forma de redescubrir lo familiar. En ese equilibrio entre permanencia y transformación se encuentra buena parte del atractivo de la cocina decembrina.

Al final, la mesa sigue siendo el centro. Un espacio donde conviven generaciones, recetas, historias y expectativas. Donde los sabores de siempre regresan no por costumbre, sino porque siguen teniendo sentido. Y donde la tradición demuestra que puede evolucionar sin dejar de sentirse como casa.