Arnoldo Kraus en cinco libros que revelan su pensamiento
Ciencia
Por: Carolina De La Torre - 09/01/2025
Por: Carolina De La Torre - 09/01/2025
La muerte de Arnoldo Kraus deja un vacío en la medicina y en la literatura mexicana. Médico, escritor y pensador, dedicó su vida a explorar los límites de la ética, el dolor y la memoria. Su obra es extensa, pero hay cinco libros que permiten asomarse a la profundidad de su mirada.
Este libro reúne artículos sobre enfermedades y realidades que suelen incomodar. Kraus habla del SIDA, la desnutrición, la tuberculosis, la eutanasia y hasta de la vida en la calle. Es, quizás, la mejor puerta de entrada a su pensamiento: directo, ético y profundamente humano.
En estas páginas reflexiona sobre la vejez y la fragilidad de la memoria. El Alzheimer aparece no sólo como enfermedad, sino como pregunta radical sobre la identidad. Kraus retrata el dolor de los pacientes y de quienes los acompañan, con una claridad que conmueve y golpea al mismo tiempo.
Aquí se adentra en territorios donde la medicina se cruza con los tabúes sociales. La eutanasia, el suicidio, la pena de muerte y las drogas son analizados con lucidez. Es un ensayo que toca de frente los dilemas de la tanatología y la responsabilidad ética de hablar de lo que muchos prefieren callar.
En este libro la reflexión se vuelve íntima. Kraus recupera la historia de sus padres, Helen y Moisés, marcados por el exilio y el Holocausto. La memoria familiar se convierte en memoria colectiva, un testimonio que ilumina la oscuridad de la historia y recuerda el peso de lo heredado.
Escrito tras la muerte de su madre, este libro cierra un ciclo personal y ético. Kraus habla del duelo no desde la clínica, sino desde la experiencia del amor y la pérdida. Es un texto que se lee como un acompañamiento silencioso para quienes atraviesan el mismo camino.
Estos cinco títulos son más que obras: son un mapa de las obsesiones de Kraus. Leerlos es comprender cómo la medicina puede dialogar con la literatura, y cómo la ética puede ser un refugio ante lo inevitable: la fragilidad de estar vivos.