Roberto Bolaño: los desiertos, las invenciones y la huella que persiste
AlterCultura
Por: Carolina De La Torre - 05/01/2025
Por: Carolina De La Torre - 05/01/2025
El universo de Roberto Bolaño sigue siendo un territorio que otros intentan cartografiar. Dos documentales recientes lo sitúan en el centro del radar, con enfoques distintos. Por un lado, La biografía inventada (2018), del chileno Nicolás Lasnibat, indaga en su álter ego, Arturo Belano, en una búsqueda que mezcla lo real y lo ficticio. Por otro, Los desiertos de Sonora (2018), de la mexicana Paty Godoy, explora los vastos e inhóspitos paisajes del desierto mexicano que Bolaño nunca pisó, pero que marcó con su literatura. Ambos filmes se presentan como piezas en el rompecabezas de un escritor cuya vida y obra siguen siendo objeto de fascinación.
La biografía inventada traza un recorrido entre cuatro países en busca de las huellas de Belano, personaje que Bolaño dejó sembrado en novelas como Los detectives salvajes y Estrella distante. No se trata solo de un viaje físico, sino de una incursión en las fronteras entre lo que Bolaño vivió y lo que inventó. El documental recurre a la figura de Belano, cuya desaparición en Ciudad de México en 1999 abre la puerta a una investigación que revela las conexiones entre personajes ficticios y los verdaderos poetas que marcaron su vida. En ese proceso, la ficción se convierte en un territorio en sí mismo, una narrativa que Lasnibat captura con la mirada de quien entiende que Bolaño no solo construyó mundos literarios, sino que los pobló con la materia misma de su existencia.
En paralelo, Los desiertos de Sonora se adentra en el paisaje que sirvió de escenario a Los detectives salvajes. Un desierto que Bolaño nunca conoció físicamente, pero que impregnó con su prosa a partir de mapas y relatos. Paty Godoy rastrea la ruta que el escritor trazó en su ficción y enfrenta un territorio que es a la vez físico e intangible, sediento y silencioso, pero cargado de un sentido profundo. Más allá de la geografía, el documental explora la conexión espiritual entre Bolaño y ese espacio que, aunque lejano, se convirtió en uno de los escenarios más potentes de su obra. A través de entrevistas y una serie de imágenes que dibujan un retrato íntimo del desierto, Godoy toca las preguntas esenciales: ¿qué mueve a un escritor a habitar lugares que nunca ha pisado?, ¿qué tan reales son los territorios de la literatura?
Estos dos documentales se suman a una tradición de acercamientos al universo Bolaño que comenzó con Bolaño cercano (2008), una exploración de sus últimos años de vida, seguido por El último maldito (2010) y La batalla futura (2012), que escarbaron en las huellas personales del escritor. También está Il futuro (2013), la adaptación cinematográfica de Una novelita lumpen, que trasladó al cine un pedazo del mundo de Bolaño desde la mirada de una directora que reinterpretó su obra.
A través de estas aproximaciones fílmicas, la imagen de Bolaño sigue reconstruyéndose, abriendo puertas hacia la complejidad de su literatura y de su vida. En cada uno de estos relatos, su figura se multiplica, se transforma, se reinventa, como el propio escritor hizo con sus personajes. Y queda claro que, aunque partió demasiado joven, Roberto Bolaño continúa resonando como un eco literario que se expande, buscando –en los desiertos, en las ciudades, en las fronteras de la imaginación– un lugar donde seguir existiendo.