El Mundial de Futbol 2026 todavía no comienza y ya dejó claro que será un fenómeno sin precedentes. A pocos días de haber iniciado su primera fase de venta, la FIFA informó que ha recibido más de 150 millones de solicitudes de entradas provenientes de más de 200 países. Una cifra que no solo habla de expectativas, sino de una ansiedad colectiva por formar parte de una edición que promete cambiar la escala del torneo tal como se conoce.
La actual fase de solicitud arrancó el 11 de diciembre y se encuentra aún en su etapa intermedia. Aun así, los números ya rebasaron cualquier antecedente. Según datos del propio organismo rector del futbol mundial, la demanda registrada es aproximadamente 30 veces mayor a la cantidad de boletos disponibles en esta etapa.
El dato resulta todavía más revelador si se observa en perspectiva histórica: el volumen de solicitudes supera por más de tres veces el total de asistentes que acudieron a los 964 partidos disputados en las 22 ediciones previas del Mundial, desde 1930.
Más allá del impacto estadístico, el interés global refleja el lugar que ocupa el futbol como lenguaje común. Gianni Infantino, presidente de la FIFA, calificó la respuesta como una señal del carácter “inclusivo” que tendrá el torneo. En sus palabras, esta edición será la más grande en la historia del Mundial, no solo por la cantidad de partidos y selecciones, sino por el alcance real entre aficionados de prácticamente todo el planeta.
🚨🌍 Gianni Infantino, presidente de la FIFA, reveló que el Mundial registra una demanda histórica de boletos.
— Meme Rivera (@ElMemeRivera) December 29, 2025
En apenas 15 días, FIFA recibió 150 millones de solicitudes para entre 6 y 7 millones de entradas disponibles, un promedio de 10 millones de pedidos diarios.
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El Mundial de 2026 se celebrará del 11 de junio al 19 de julio y tendrá como sedes a Canadá, México y Estados Unidos. Por primera vez, tres países compartirán la organización del torneo, con un total de 16 ciudades anfitrionas que recibirán 104 partidos. A ello se suma el nuevo formato con 48 selecciones, una expansión que ha generado debate, pero que también amplía la representación geográfica y cultural del campeonato.
En el caso de México, la expectativa es particular. El país volverá a ser sede mundialista por tercera ocasión, un hecho que refuerza su vínculo histórico con el torneo y con el futbol como experiencia social. Las ciudades anfitrionas se preparan para recibir no solo partidos, sino una movilización masiva de aficionados, medios y dinámicas económicas que se extienden mucho más allá del terreno de juego.
El proceso de venta de entradas continúa bajo un sistema de selección aleatoria, diseñado para ofrecer igualdad de oportunidades entre quienes realizan su solicitud. Esta fase permanecerá abierta hasta el 13 de enero a través del sitio oficial de la FIFA. Una vez cerrado el periodo, se llevará a cabo un sorteo que definirá a las personas seleccionadas para adquirir boletos. Quienes no resulten elegidos todavía podrán participar en futuras etapas, conforme se liberen más localidades.
Este modelo responde, en parte, a la magnitud de la demanda. Con millones de personas intentando asegurar un lugar, el Mundial 2026 se perfila como un evento que no solo se verá en pantallas, sino que se disputará también en el deseo de estar presente, de habitar el estadio, de formar parte del ritual colectivo que cada cuatro años reorganiza calendarios, emociones y conversaciones.
A más de un año del silbatazo inicial, el torneo ya funciona como un punto de encuentro anticipado. Las cifras de solicitudes no hablan únicamente de boletos, sino de una expectativa compartida que atraviesa fronteras y contextos. El Mundial aún no empieza, pero su pulso ya se siente.