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Boicots, censura y escándalos: estas películas con temáticas religiosas desataron controversia mundial y marcaron el cine por desafiar la fe y a la Iglesia

Desde que el cine aprendió a narrar historias, la religión se convirtió en uno de sus territorios más complejos y sensibles. No solo por el peso simbólico que arrastra, sino porque cada intento de reinterpretarla abre una grieta entre la fe, la crítica y la representación artística. Basta recordar que incluso los hermanos Lumière, pioneros del séptimo arte, filmaron Vida y pasión de Jesucristo, confirmando que el relato evangélico fue, desde el inicio, un imán narrativo.

Con el paso del tiempo, esa atracción se transformó en conflicto. Cada nueva versión, cada desviación del canon o cada enfoque incómodo encendió reacciones que fueron desde la censura hasta la violencia. Directores, guionistas y productores han enfrentado boicots, amenazas y condenas públicas por atreverse a tocar un terreno que sigue siendo sagrado para millones de personas.

Un estudio realizado por la plataforma Spoiler.mx reunió diez de las películas con temáticas religiosas más polémicas en la historia del cine. El listado no solo evidencia el choque constante entre religión y representación, también revela cómo estas obras, lejos de desaparecer, han marcado época.

Uno de los primeros grandes escándalos llegó en 1965 con El evangelio según San Mateo, de Pier Paolo Pasolini. El ruido no se centró únicamente en la película, sino en su autor. Ateo declarado, marxista y abiertamente homosexual, Pasolini fue cuestionado por atreverse a narrar la vida de Cristo desde su propia mirada. A pesar de la polémica inicial, el filme terminó siendo reconocido por algunos sectores del Vaticano como una de las adaptaciones más fieles y sobrias del Evangelio.

Años después, Jesucristo superestrella llevó la controversia a otro nivel. Basada en el musical de Andrew Lloyd Webber y Tim Rice, la versión cinematográfica dirigida por Norman Jewison mezcló ópera rock, estética psicodélica y una lectura distinta del sacrificio de Jesús. La respuesta fue inmediata. De acuerdo con Spoiler.mx, la Iglesia Católica organizó boicots, movilizó comunidades religiosas y prohibió a sus fieles asistir a las funciones.

El humor tampoco fue bien recibido. La vida de Brian, de Monty Python, desató acusaciones de blasfemia al presentar a un hombre común confundido con el Mesías. La película fue prohibida en países como Irlanda y Noruega y provocó debates televisivos de alto perfil en la BBC. Décadas después, sigue siendo un ejemplo de cómo la sátira religiosa puede incomodar incluso más que la crítica frontal.

Martin Scorsese también pagó un precio alto con La última tentación de Cristo. Inspirada en la novela de Nikos Kazantzakis, la película mostraba a un Jesús atravesado por dudas humanas, deseos y miedo. El rechazo fue contundente. El papa Juan Pablo II y la Madre Teresa de Calcuta condenaron públicamente la obra. En Francia, una sala de cine fue atacada con bombas molotov durante su exhibición, mientras que en Estados Unidos se registraron protestas, bloqueos e incendios.
Si de impacto visceral se trata, La pasión de Cristo, dirigida por Mel Gibson, ocupa un lugar central. Su representación extrema del sufrimiento físico durante las últimas horas de Jesús provocó rechazo y fascinación por igual. El propio Gibson financió el proyecto con 30 millones de dólares ante la negativa de los estudios. La crudeza fue tal que durante una función una espectadora sufrió un infarto fatal en plena escena de la crucifixión, episodio que terminó de sellar la reputación del filme como uno de los más brutales del género.

Con el paso de los años, el foco se desplazó de la figura de Jesús hacia las estructuras de la Iglesia. Películas como El crimen del padre Amaro, El Código Da Vinci, La duda, Spotlight y Cónclave pusieron sobre la mesa temas como pederastia, abuso de poder, corrupción y secretos institucionales. Ya no se trataba de fe, sino de las grietas humanas dentro de una institución sagrada.

En términos comerciales, El Código Da Vinci y La pasión de Cristo encabezan la lista de las películas religiosas más taquilleras a nivel mundial, demostrando que la polémica no ahuyenta al público, sino que muchas veces lo convoca. La audiencia busca misterio, revelaciones alternativas y, en otros casos, relatos más crudos y cercanos a la realidad.

En cuanto al reconocimiento de la Academia, la balanza se inclina hacia historias basadas en hechos verificables. Spotlight, con su investigación periodística sobre abusos sexuales en la Iglesia, y Cónclave, centrada en el proceso de elección papal, son las únicas del listado que lograron al menos una estatuilla, confirmando que el cine religioso premiado hoy es aquel que observa la fe desde sus zonas más incómodas.

Más de un siglo después del nacimiento del cine, la religión sigue siendo un territorio que arde. Cada película polémica confirma que cuestionar lo sagrado no solo genera escándalo, también abre conversaciones que el silencio institucional nunca logró cerrar.


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