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Cerveza Noche Buena: las personas detrás del sabor que marca la Navidad en México

Buena Vida

Por: Mateo León - 12/29/2025

La cerveza Noche Buena es más que un sabor navideño: representa tradición, trabajo colectivo y una historia cervecera mexicana que se renueva cada diciembre

Cada diciembre, cuando las mesas comienzan a llenarse de bacalao, romeritos y conversaciones largas, una cerveza aparece casi de forma ritual: Noche Buena. Más que una edición estacional, se ha convertido en un símbolo del inicio de las celebraciones decembrinas en México. Pero detrás de ese sabor oscuro y profundo que regresa año con año, hay una historia menos visible: la de quienes la hacen posible.

Noche Buena se elabora exclusivamente en la Planta Toluca de HEINEKEN México, un espacio donde la tradición cervecera se sostiene gracias al trabajo cotidiano de cientos de personas. Ahí operan siete líneas de producción —cinco de botella, una de lata y una de barril— que no solo abastecen esta cerveza emblemática, sino también a otras marcas clave del portafolio nacional. En total, desde esta planta se producen nueve marcas, incluidas las distintas variedades de la familia Bohemia.

Tradición que se construye todos los días

La historia de Noche Buena se remonta a 1924, cuando el maestro cervecero alemán Otto Neumaier llegó a Orizaba y sentó las bases de una cerveza pensada para acompañar el invierno. Casi un siglo después, esa idea inicial se mantiene viva, pero ahora pasa por procesos industriales de alta precisión y, sobre todo, por manos expertas que han heredado el oficio de generación en generación.

En Toluca, la producción no se entiende únicamente como un proceso técnico. Es también un ejercicio de continuidad cultural. Cada temporada, el equipo de la planta trabaja para que la cerveza llegue a millones de hogares mexicanos justo en el momento en que la Navidad comienza a sentirse real.

Liderazgo femenino en la industria cervecera

Uno de los rasgos que distingue hoy a la Planta Toluca es su liderazgo. Amariliz García Solano, directora de la planta, encabeza la operación y representa un ejemplo del avance del liderazgo femenino dentro de una industria históricamente dominada por hombres. Bajo su dirección, la planta se ha consolidado como un referente de excelencia operativa, sin perder de vista el valor simbólico de lo que ahí se produce.

La visión de García Solano apuesta por combinar estándares de calidad, innovación y orgullo por el trabajo colectivo. En un contexto donde la industria cervecera mexicana sigue transformándose, su gestión subraya la importancia del talento humano como eje central del proceso.

Gastronomía, maridaje y celebración

Este año, Noche Buena también se vinculó con la cocina mexicana contemporánea a través de una colaboración con la chef Lula Martín del Campo. La propuesta incluyó un menú de temporada pensado para dialogar con los perfiles de sabor de la familia Bohemia: bacalao a la vizcaína, sopa de jitomate rostizado, cerdo glaseado y mousse de chocolate abuelita, platos que reinterpretan recetas tradicionales desde una mirada actual.

Más que un ejercicio gastronómico, el menú funciona como una declaración: la cerveza también puede ocupar un lugar protagónico en la mesa, no solo como acompañamiento, sino como parte integral de la experiencia culinaria.

Una cerveza que también cuenta historias

Noche Buena no es solo una cerveza que vuelve cada diciembre. Es una narrativa compartida que conecta pasado y presente, industria y hogar, técnica y emoción. En cada botella hay algo más que una receta: hay horas de trabajo, decisiones estratégicas, tradición cervecera y una comunidad que sostiene el ritual de brindar al final del año.

Por eso, cuando se alza una Noche Buena para celebrar, también se brinda —aunque no siempre se note— por las personas que, desde Toluca, hacen posible que la Navidad tenga sabor a cerveza mexicana.