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Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer: cifras globales y nacionales, el impacto físico y emocional de la violencia y la historia de las hermanas Mirabal, cuyo asesinato inspiró la conmemoración del 25 de noviembre.

Datos de ONU Mujeres, 840 millones de mujeres —aproximadamente una de cada tres— han sido víctimas de violencia física o sexual por parte de su pareja, de violencia sexual fuera de la pareja o de ambas al menos una vez en su vida. Esto representa el 30 % de las mujeres mayores de 15 años, cifra que se ha mantenido prácticamente sin cambios durante dos décadas. El descenso en este tipo de violencia ha sido mínimo: solo 0.2 % anual, un avance insuficiente frente a la magnitud del problema.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) define la violencia contra las mujeres como

«Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada». 

Cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, y en este marco, la jornada busca generar conciencia, promover políticas públicas efectivas y reforzar la urgencia de erradicar una problemática que continúa en niveles alarmantes en pleno siglo XXI.

Y es que, aunque año con año se realizan grandes esfuerzos por visibilizar el problema, prevenirlo y en su caso denunciarlo, las cifras no son favorables ni alentadoras. 

Las consecuencias no se limitan a daños físicos. Quienes han sufrido violencia presentan mayores índices de depresión, ansiedad, embarazos no deseados, además de una mayor propensión a infecciones de transmisión sexual y VIH. Se trata de un impacto profundo y sostenido que afecta al bienestar integral de millones de mujeres.

Cifras globales y realidad digital

En el caso de la violencia sexual ejercida por personas ajenas a la pareja, la cifra alcanza el 8 % a nivel mundial, lo que equivale a 263 millones de mujeres que han atravesado esta forma de agresión al menos una vez en su vida. Sin embargo, la mayoría de los casos permanecen sin denuncia, lo que impide dimensionar realmente la gravedad del fenómeno.

Por otro lado, aunque la sociedad avanza tecnológicamente, se observa un nuevo foco de agresión: el ciberacoso. En México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi),  reportó que en 2024, 10.6 millones de mujeres fueron víctimas de violencia digital. Respecto a agresiones sexuales en línea, el 29 % de las mujeres manifestó haber sufrido algún tipo de ataque.

Los principales efectos emocionales relacionados con este tipo de violencia incluyen:

  • 61.1 % señaló sentir enojo
  • 39.7 %, desconfianza
  • 34.5 %, miedo

Este contexto evidencia que la violencia contra las mujeres se transforma con el tiempo, pero persiste y peor aún, se adapta a los entornos digitales y amplifica los espacios de vulnerabilidad.

¿Por qué el 25 de noviembre? El legado de las hermanas Mirabal

La conmemoración de esta fecha tiene un origen histórico y simbólico. Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, activistas dominicanas que se opusieron a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, fueron asesinadas brutalmente el 25 de noviembre de 1960. Esta acción fue ordenada directamente por el régimen, después de que Trujillo manifestara públicamente que solo las hermanas y la Iglesia representaban un obstáculo para su poder.

El odio del dictador hacia ellas tuvo también un componente personal, ya que Minerva rechazó sus insinuaciones sexuales, un hecho que Trujillo tomó como desafío a su autoridad autoritaria y al machismo que sustentaba su gobierno. Tres semanas después de su declaración, agentes del régimen interceptaron a las hermanas en un camino montañoso tras visitar a sus esposos —presos políticos—, las asesinaron y arrojaron su automóvil por un acantilado para simular un accidente.

Con su muerte se generó un rechazo masivo hacia la dictadura y se convirtió en un punto de quiebre. Seis meses después, Trujillo fue asesinado. Gracias a la labor de la hermana sobreviviente, Dedé Mirabal, las activistas se convirtieron en símbolo de resistencia y lucha contra la violencia de género.

Hermanas MIrabal.

Esta fecha representa un llamado urgente por aminorar las cifras globales y nacionales y ponen en evidencia que erradicar la violencia contra las mujeres requiere compromiso colectivo, inversión en educación, políticas públicas efectivas y mecanismos judiciales que funcionen tanto en el sector público como privado. 

Por ello, honrar la memoria de las hermanas Mirabal implica transformar la indignación en cambio y nos recuerda que desde la prevención hasta la denuncia, cada acción cuenta.


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Imagen de portada: Yael Zárate