El mercado de los artículos de cine se consolida como una industria en expansión, pero los de terror, son una joya para coleccionistas. De acuerdo con un estudio realizado por la plataforma de entretenimiento Spoiler, el comercio global de utilería, vestuario y objetos de colección relacionados con producciones cinematográficas y televisivas registra una tasa de crecimiento anual estimada en 5.6%, con una proyección de alcanzar los 4,400 millones de dólares hacia 2030.
Entre los géneros más buscados destaca el terror, donde los objetos originales utilizados durante los rodajes se han convertido en piezas muy valoradas por coleccionistas. Estos artículos, además de representar un recuerdo del séptimo arte, también son una inversión que incrementa su valor con el paso del tiempo.
El análisis de Spoiler identifica varios objetos icónicos del cine de horror que han alcanzado precios elevados en subastas. En primer lugar, el payaso de Poltergeist (1982), dirigido por Tobe Hooper y producido por Steven Spielberg, fue vendido por más de 600 mil dólares, equivalentes a más de 11 millones de pesos mexicanos. El actor Pedro Pascal posee uno de estos ejemplares, que recibió como obsequio de Kevin Feige, presidente de Marvel Studios.

Otro caso destacado es el disfraz original de Ghostface, del filme Scream (1996), que alcanzó los 270 mil 900 dólares en una venta realizada este año. Le siguen el muñeco Zuni Hunter, de La Trilogía del Terror (1975), con un precio de 217 mil 600 dólares, y el hacha que Jack Nicholson utilizó en El Resplandor (1980), vendida por más de 200 mil dólares.
La lista incluye además la marioneta de Saw: El juego del miedo (2004), que se subastó por 176 mil 400 dólares; la Proton Pack de Los Cazafantasmas (1984), vendida en 159 mil 900 dólares; un guante de Freddy Krueger de Pesadilla en la calle del infierno, que alcanzó los 112 mil 500 dólares; y un muñeco original de Chucky, que superó los 106 mil. También se vendió una réplica del Necronomicón Ex Mortis de Evil Dead II por 160 mil dólares y un manuscrito de El Resplandor con anotaciones de Stanley Kubrick, subastado en 2023 por 60 mil libras.

Aunque existen piezas más costosas fuera del género, como los zapatos de rubí de Dorothy en El mago de Oz, que alcanzaron los 28 millones de dólares, o el vestido blanco de Marilyn Monroe vendido por 4.6 millones, el informe de Spoiler demuestra que los artículos de terror mantienen un alto valor de mercado.
El interés por estos objetos confirma la fuerza del cine de horror dentro de la cultura popular.