La canción creada por IA que acaba de liderar las listas de Billboard
Medios y Tecnología
Por: Mateo León - 11/14/2025
Por: Mateo León - 11/14/2025
La industria musical atraviesa un momento que parecía lejano: por primera vez, una canción creada principalmente por inteligencia artificial llegó al número uno de un ranking oficial de Billboard. El tema “Walk My Walk”, atribuido al proyecto virtual Breaking Rust, alcanzó el primer puesto en la categoría Country Digital Song Sales, marcando un punto de inflexión en la relación entre música, tecnología y creatividad.
A diferencia de un músico tradicional, Breaking Rust no es una persona, ni una banda, sino un proyecto generado por IA que combina voz sintética, estética visual y composición digital. Su presencia en redes está cuidadosamente construida mediante modelos generativos que muestran a un vaquero solitario en paisajes rurales, una imagen diseñada para conectar emocionalmente con el público del country.
En el momento de su ascenso en Billboard, el avatar acumulaba más de 2 millones de oyentes mensuales en Spotify y superaba los 35,000 seguidores en Instagram, cifras comparables a las de artistas emergentes impulsados por discográficas reales.
La canción mezcla elementos del country tradicional —pisadas rítmicas, palmadas, guitarras acústicas— con una producción totalmente digital. Expertos en tecnología musical señalan que, pese al ambiente orgánico, el audio revela una fuerte compresión y una tonalidad artificial que delata su origen sintético.
El proyecto utiliza herramientas avanzadas como plataformas de música generativa capaces de crear melodías, sintetizar voces e imitar estilos. Además, Breaking Rust mantiene una “voz digital” consistente en todas sus canciones, un avance hacia la creación de personajes sonoros persistentes.
Aunque el número uno es significativo, hay matices importantes: la lista Country Digital Song Sales mide descargas pagadas, un segmento pequeño del negocio musical actual. Aun así, el logro simboliza un cambio de época: la posibilidad de que canciones generadas por IA puedan competir en la misma arena que la música creada por humanos.
El fenómeno reactivó discusiones sobre la legitimidad y los límites de la música creada con IA. Estados como Tennessee ya aprobaron leyes para proteger la voz como identidad personal, mientras que la Academia de la Grabación insiste en que solo se premiarán obras con participación humana sustancial.
Las grandes discográficas también se están moviendo: Universal Music y Warner han firmado acuerdos con empresas de IA para desarrollar herramientas generativas y explorar nuevos modelos de licencia. Al mismo tiempo, plataformas como Spotify implementan filtros anti-spam para frenar la proliferación de pistas automatizadas.
El ascenso de “Walk My Walk” plantea preguntas que trascienden el country. ¿Importa si la voz no pertenece a un ser humano? ¿Puede la industria adaptarse a una creatividad que se produce a escala casi infinita? ¿Es este el inicio de una nueva categoría musical o el comienzo de un conflicto cultural más profundo?
En cualquier caso, el fenómeno es claro: la inteligencia artificial ya no solo acompaña la creación artística. Ahora, compite en las listas. Y lo está logrando.