Coatlicue: así será la supercomputadora mexicana pública más poderosa de América Latina
Medios y Tecnología
Por: Mateo León - 11/26/2025
Por: Mateo León - 11/26/2025
México está a punto de dar un salto tecnológico sin precedentes. El gobierno federal presentó Coatlicue, una supercomputadora de nueva generación que promete transformar la ciencia, la economía y la infraestructura digital del país. Con una inversión estimada de 6,000 millones de pesos, el sistema se perfila como la supercomputadora pública más potente de América Latina.
El anuncio fue realizado durante la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum, donde el titular de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT), José Antonio Peña Merino, explicó el alcance del proyecto: Coatlicue será una infraestructura estratégica para procesar cantidades masivas de datos y resolver problemas científicos, económicos y sociales que hoy rebasan las capacidades de los sistemas convencionales.
Coatlicue operará a una escala inédita para México. De acuerdo con la ATDT, la supercomputadora estará integrada por:
En la práctica, esto significa que procesos que hoy tardan semanas o meses en servidores tradicionales podrán ejecutarse en cuestión de segundos o minutos. La ubicación exacta de la instalación se definirá de manera colegiada en enero de 2026, considerando las demandas de agua, energía y conectividad que una infraestructura de este tipo requiere.
La presidenta Sheinbaum subrayó que Coatlicue será una supercomputadora pública, pensada como recurso estratégico para el país y no sólo como un activo tecnológico al servicio de proyectos privados. La idea es que su capacidad se utilice para atender problemas de interés nacional en múltiples frentes.
Entre los usos estratégicos previstos destacan:
Para la secretaria de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (SECIHTI), Rosaura Ruiz Gutiérrez, el proyecto responde a una realidad contundente: la producción científica mundial se mide ya en millones de artículos y conjuntos de datos que “humanamente es imposible procesar” sin este tipo de infraestructura de supercómputo.
Coatlicue no operará de manera aislada. Será el nodo principal del Clúster Nacional de Supercómputo, una red que ya enlaza centros de cómputo avanzado en universidades y laboratorios públicos del país, entre ellos:
En conjunto, esta red alcanza hoy 9.45 petaflops de capacidad de cómputo y más de 10,000 terabytes de almacenamiento. Con la entrada en operación de Coatlicue, el salto será exponencial: el sistema mexicano pasará de la escala de petaflops a una potencia que compite con los grandes centros de supercómputo del mundo.
La SECIHTI planea fortalecer los enlaces de alta velocidad para ofrecer servicios remotos de cálculo intensivo a universidades, centros de investigación y dependencias federales en todo el país, integrando así un verdadero ecosistema nacional de supercómputo.
El calendario de construcción de Coatlicue considera un plazo total de 24 meses, dividido en varias etapas:
Paralelamente, se formará un consejo directivo, encabezado por la ATDT y la SECIHTI, que definirá reglas de acceso, porcentajes de capacidad para distintos tipos de usuarios y estrategias de actualización futura de la plataforma. La operación cotidiana estará a cargo de un equipo de 80 a 100 especialistas mexicanos en supercómputo, redes, almacenamiento y ciberseguridad.
Mientras Coatlicue se construye en México, el gobierno ya activó una colaboración con el Barcelona Supercomputing Center (BSC), uno de los centros de supercómputo más importantes de Europa. A través de este convenio se procesarán proyectos prioritarios y, al mismo tiempo, se formará a especialistas mexicanos en cómputo avanzado e inteligencia artificial.
Además, la India, a través de su Centro para el Desarrollo de Cómputo Avanzado, ofrecerá acompañamiento técnico. De esta manera, Coatlicue no será solo una inversión en fierros, sino también en capital humano y soberanía tecnológica.
Coatlicue representa mucho más que una mega computadora. Es una pieza central del llamado Plan México para fortalecer la ciencia, la innovación y la toma de decisiones públicas basadas en datos. Al concentrar la potencia de miles de GPUs y articular el Clúster Nacional de Supercómputo, el proyecto busca:
En palabras de la propia administración, Coatlicue no es sólo una inversión en infraestructura, sino una apuesta de largo plazo por la autonomía tecnológica, la ciencia abierta y el bienestar público. Si cumple lo que promete, México no solo tendrá la supercomputadora pública más poderosa de América Latina, sino también la oportunidad de ponerla al servicio de las preguntas más urgentes de nuestro tiempo.