Heineken Afterwork Vol. 5: Jungle prende la mecha del fin de semana más veloz del año
Buena Vida
Por: Mateo León - 10/25/2025
Por: Mateo León - 10/25/2025
Cada otoño, la Fórmula 1 aterriza en la Ciudad de México como si fuera una religión contemporánea: hay peregrinos, rituales, una liturgia de velocidad y —sobre todo— un dispositivo completo de experiencias que trascienden lo deportivo. El Gran Premio dejó de ser hace años una carrera para convertirse en un signo de época: el país-capital convertido en sede global del espectáculo total.
El núcleo ritual sigue estando en el Autódromo Hermanos Rodríguez: fan zones, pantallas gigantes, logística quirúrgica, y —en esta edición— Beer Gardens diseñados como templos del refresco controlado, donde Heineken propone “ver la carrera desde un estado de goce social”, sin perder la dimensión colectiva de lo que pasa en pista. La F1 funciona aquí como infraestructura emocional.
Fuera del Autódromo, la ciudad se transforma. El Heineken Afterwork Vol. 5 marca la apertura no oficial del fin de semana: Jungle, el dúo británico que convirtió el funk en un evangelio para públicos urbanos, encabeza una noche privada que explica a la perfección la lógica de esta temporada: una carrera no termina en la meta; apenas empieza ahí.
Este año una novedad sintetiza la mutación cultural del evento: cualquiera puede “estar” en el pódium. No como piloto, sino como símbolo. La mecánica —registrarse en My Heineken, subir una foto y verla caer desde el cielo durante la premiación— convierte a los fanáticos en parte visible del rito de consagración. El consumidor deja de mirar para ser integrado al cuadro.
Cuando cae la bandera y los motores duermen, la ciudad despierta. Es en los afters donde la F1 revela su verdadera dimensión: encuentros entre celebridades, empresarios, turistas, pilotos que extendieron la noche, y toda una economía nocturna que se reactiva por obra y gracia de un deporte de élite. La CDMX se vuelve un punto rojo en el mapa de las fiestas globales.
La consigna del cierre es clara: intensidad, pero con control. Heineken 0.0 se posiciona como alternativa en un ecosistema donde la velocidad —real o simbólica— exige responsabilidad. Es un statement: puedes vivir un fin de semana de hiperestimulación sin abdicar al sentido común.
No es solo un evento deportivo. Es la confirmación de que México se volvió escenario de primera línea para la cultura del espectáculo híbrido: carreras, música, celebración y marca operando al mismo nivel. La F1 como máquina de ciudad.