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Explora Contar los pasos, la exposición inmersiva de la generación 2023-2025 de SOMA en Laguna, CDMX. Doce artistas transforman espacio, sentidos y pensamientos en un recorrido único. Entrada libre del 27 de septiembre al 24 de octubre de 2025

Caminar también es medir. Medir para entender un espacio, para habitarlo, para darle sentido. De ahí parte Contar los pasos para medir una distancia, la exposición que cierra el ciclo de la generación 2023-2025 del Programa Educativo SOMA.

Durante dos años, catorce artistas compartieron dudas, discusiones y experiencias que hoy se traducen en esculturas, instalaciones e intervenciones en Laguna, recinto que por primera vez recibe a SOMA. El recorrido es cambiante: cada paso transforma lo que miras y lo que sientes.

Una comunidad circunstancial

Más que un grupo de estudiantes, las y los artistas son una comunidad reunida por azar. Como escribe Pilar Villela en el texto de sala, se parecen a viajeros que coinciden en un aeropuerto o a voces que se refugian en un Decamerón contemporáneo. Durante este tiempo compartido inventaron un juego propio, y la exposición es la huella que deja esa convivencia.

Una experiencia inmersiva

Contar los pasos para medir una distancia es una muestra profundamente inmersiva: tus sentidos se vuelven partícipes en todo momento. Aunque cada obra nace de artistas distintos, con miradas, ideas y formas de entender el mundo diversas, parece existir una cohesión que arrastra hacia adentro: hacia tus pensamientos, tus emociones y tu propia memoria.

La simbología de las piezas funciona como un hechizo que despierta reflexiones íntimas, recordándote que la vida no es una sola cosa, sino un tejido hecho de fragmentos dispersos que, al unirse, generan sentido. Así como las obras dialogan entre sí sin estar explícitamente conectadas, también la vida se compone de tensiones y coincidencias: de lo político y lo íntimo, de lo cercano y lo lejano, de la hostilidad y el deseo, de recuerdos, carnosidad sexual y de un arte que se reinventa constantemente como acto simbólico, social y político.

El arte, aquí, no solo está en el objeto, sino en lo que representa, en cómo se apropia tanto de la sensibilidad del artista como de la del espectador, que le da vida al resignificarlo con su propia existencia.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Doce piezas, doce formas de medir

La exposición reúne a 12 artistas con propuestas diversas, entre lo íntimo, lo político y lo experimental:

  • Elvira Acosta – Espacialidad del afecto: esculturas textiles y tapete circular.
  • Mario Alberto Bravo – ¿Cómo atrapar a un ángel?: espejos cóncavos y luces led.
  • Antonio Castillo – A pesar de mis anhelos, estoy orgulloso de a dónde he llegado: instalación metálica.
  • Samara Colina – Peine de Venus: impresión 3D y óleo.
  • Yatiní Domínguez – Un último baile: esculturas textiles.
  • Daniel C. Fernández – Territorio suspendido y Horizonte agreste: banderillas, lona vinil y luz led.
  • Fernanda Farjeat – Lapsus: instalación sonora.
  • Andrés Guadarrama – Altar de la escucha errante: campanas, escritura y dibujo expandido.
  • Alejandro Olazo – La humilde súplica de los niños que no quieren ser (con)fundidos: esculturas de cerámica.
  • Susana Oliveros Amaya – Bonanza: mesa, copas, sillas, cacahuates japoneses y champaña.
  • Alma Camelia – Ensayos sobre la cotidianidad: pintura y video monocanal.
  • ERISH – Fuera de la caja de zapatos: zapatos de vigilante.

Cada obra es una forma distinta de contar los pasos, de transformar un trayecto personal en una experiencia compartida.

Programa público

La exposición se expande con actividades paralelas que prolongan el carácter lúdico y crítico del proyecto:

  • 4 de octubre – Taller Stop, declaro la guerra en contra de mi peor enemigo que soy yo, con Carolina Berrocal.
  • 11 de octubre – Presentación de la publicación Compro, vendo y cambio por igual, con Nicolás Pradilla y Vivian Abenshushan.
  • 15 de octubre – Actividad Naranja dulce limón partido, con Sofía Olascoaga, en SOMA.
  • 24 de octubre – Cierre con Contar los papelitos para medir una panza, de Piolinda Marcela.

SOMA: un espacio crítico y colectivo:

Desde 2009, SOMA ha sido un espacio independiente y sin fines de lucro que fomenta la educación artística desde el pensamiento crítico y el diálogo entre posturas diversas. Todas las personas aceptadas en su Programa Educativo cuentan con una beca del 91%, lo que permite formar una comunidad plural y horizontal que reflexiona sobre arte y cultura en relación con el presente.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Información General 

Contar los pasos para medir una distancia se inauguró el sábado 27 de septiembre en Laguna (Dr. Lucio 181, Colonia Doctores, CDMX) y permanecerá abierta hasta el 24 de octubre de 2025 con entrada libre.


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