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Nueva ley en CDMX prohíbe rechazar hogares por hijos o mascotas, pero el alto costo de las rentas sigue siendo un reto

A partir de esta semana, en la Ciudad de México ya no se podrá negar la renta o venta de un inmueble por tener niños o mascotas. La reforma al artículo 4 de la Ley de Vivienda, publicada este lunes en la Gaceta Oficial, busca eliminar prácticas discriminatorias que durante años dejaron fuera a familias y dueños de animales de compañía.

Hasta ahora, la ley ya protegía contra la discriminación por condición económica, género, edad, discapacidad, origen étnico, religión, preferencias sexuales y creencias políticas, entre otras. Con la actualización, se agrega explícitamente que “la cohabitación con infancias y seres sintientes” no puede ser un obstáculo para acceder a una vivienda.

La iniciativa fue aprobada en agosto por el pleno del Congreso de la Ciudad de México, tras la propuesta de la Comisión de Vivienda. Durante la discusión, la diputada Diana Barragán Sánchez destacó que alrededor del 40% del abandono de animales se relaciona con restricciones inmobiliarias y que un 25% de las quejas ante el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación (Copred) tienen que ver con niños o mascotas.

La Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) supervisará el cumplimiento de la norma y recibirá denuncias en caso de que propietarios o agentes inmobiliarios incurran en prácticas discriminatorias. Quienes se vean afectados podrán acudir al Copred o a la Consejería Jurídica y de Servicios Legales de la CDMX para hacer valer sus derechos.

La medida marca un avance en inclusión habitacional, pero la conversación en redes sigue dividida. Algunos argumentan que, al tratarse de propiedades privadas, los dueños deberían decidir a quién rentar o vender. Otros sostienen que la prioridad debería ser una reforma que reduzca los precios de las rentas, que actualmente limitan el acceso real a una vivienda digna.

Con esta reforma, la Ciudad de México se coloca entre las primeras entidades del país en garantizar legalmente que familias y mascotas puedan acceder a un hogar sin restricciones arbitrarias, buscando promover igualdad y justicia en el acceso a la vivienda.

Sin embargo, es cierto que la medida avanza en inclusión habitacional al reconocer que familias y mascotas no deben ser un obstáculo para acceder a un hogar. no obstante, la discusión sigue abierta: muchos señalan que los precios de las rentas siguen siendo un problema más urgente, que limita el acceso real a una vivienda digna, y que esta reforma no aborda la cuestión económica que afecta a gran parte de la población, cuyos problemas han sido expuestos inclusive en marchas como las del pasado Julio.


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