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La «Biblia de los esclavos» una versión del libro sagrado sin pasajes sobre la libertad

Libros

Por: Carolina De La Torre - 10/19/2025

Conoce la edición de 1807 que la Iglesia anglicana creó para los esclavos africanos, eliminando pasajes sobre liberación y usando la fe para mantenerlos bajo control

En 1807, un grupo de misioneros británicos publicó una versión de la Biblia dirigida a los africanos esclavizados en las colonias británicas del Caribe. La llamaron The Slave Bible, y aunque llevaba la autoridad de lo sagrado, era todo menos un texto liberador. Gran parte del Antiguo estamento y buena parte del Nuevo fueron eliminados; se borraron las historias que hablaban de la liberación, la justicia y la igualdad. En esta versión, Moisés no conduce a su pueblo hacia la tierra prometida, y las palabras del apóstol Pablo sobre la igualdad entre esclavos y libres simplemente desaparecieron entre las páginas. La Biblia se transformó así en un instrumento de control, un texto que enseñaba obediencia y sometimiento más que fe.

De los más de 66 libros de la Biblia protestante, esta versión conservó apenas 14. Por ejemplo, el Éxodo —el relato que narra cómo Moisés libera a su pueblo de la esclavitud— fue casi completamente eliminado. Los pasajes que hablaban de igualdad, justicia o liberación fueron suprimidos, mientras se mantenían aquellos que promovían la obediencia y la sumisión, como si la palabra divina hubiera sido escrita para sostener las cadenas.

La Biblia del silencio

La Slave Bible fue publicada por la Society for the Conversion of Negro Slaves en Londres, con la intención de “evangelizar” sin despertar conciencia ni cuestionar el sistema esclavista. Los misioneros, vinculados a la Iglesia anglicana, aseguraban que la conversión al cristianismo haría a los esclavos más obedientes. Así, la fe se transformaba en un instrumento del control social y la ideología imperial.

Durante siglos, la religión fue utilizada como anestesia moral para justificar la colonización. Este libro es la evidencia material de cómo se manipula la espiritualidad para sostener estructuras de poder.

La herida que se exhibe

En 2018, el Museo de la Biblia en Washington D.C. exhibió una de las pocas copias existentes. No como pieza de fe, sino como advertencia histórica. Páginas vacías, versículos ausentes, y la certeza de que la censura no siempre borra con fuego, sino con silencio.

Los curadores explicaron que la intención era mostrar “cómo se usó la religión para controlar”. Pero más allá del gesto museográfico, lo que se ve ahí es el eco de una historia que aún respira en los sistemas que heredamos: desigualdades, racismo estructural y cómo la moral se acomoda a las jerarquías.

Lo que la fe no dice, el cuerpo lo recuerda

La Slave Bible no es solo un libro mutilado, sino una metáfora viva del poder: cómo el discurso puede moldear la conciencia y cómo la espiritualidad puede anestesiar la rebelión. Lo que se omitió en esas páginas no desapareció; sobrevivió en los cantos, en los cuerpos, en la memoria colectiva que aún busca su propio Éxodo.

Porque si algo enseña este libro del silencio, es que cada vez que el poder edita la verdad, la historia se escribe en los márgenes —allí donde aún se escucha la voz de los que no tuvieron Biblia, pero sí conciencia.


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Imagen de portada: ABC