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¿Qué hacen Sam Altman, Mark Zuckerberg y otros CEO de Silicon Valley con Trump en el castillo de Windsor?

Sociedad

Por: Carolina De La Torre - 09/22/2025

La cena de Estado del rey Carlos III reunió a los líderes de OpenAI, Apple, Microsoft y Nvidia junto a Donald Trump

El Castillo de Windsor fue testigo de una velada que reunió poder, dinero y diplomacia. El rey Carlos III ofreció un banquete de Estado en honor al presidente Donald Trump, con decenas de políticos, celebridades y, sobre todo, magnates tecnológicos de Silicon Valley. Entre ellos, Sam Altman (OpenAI), Jensen Huang (Nvidia), Satya Nadella (Microsoft) y Tim Cook (Apple), cuyos patrimonios combinados superan los 145,000 millones de dólares.

Trump y la primera dama Melania fueron recibidos por el rey y la reina Camilla en medio de un castillo que, por unas horas, se convirtió en el epicentro de los negocios y la diplomacia transatlántica. La cena en el Salón de San Jorge contó con un menú de lujo, desde panna cotta de berros hasta coñac de 1912, y discursos que mezclaron humor, historia y acuerdos estratégicos.

El rey Carlos III destacó la “amistad profunda” entre Reino Unido y Estados Unidos, mientras Trump celebró la “relación especial” e hizo un guiño histórico a Winston Churchill. Las conversaciones, según fuentes cercanas, giraron en torno a inversiones en inteligencia artificial, semiconductores y ciberseguridad, áreas dominadas por los invitados tech.

Los CEO presentes representan no solo innovación, sino también influencia económica global. Altman suma su fortuna gracias a inversiones en startups como Stripe, Reddit y Helion; Huang ha visto dispararse su riqueza con el auge de Nvidia; Nadella combina compensaciones millonarias y stock options; y Cook mantiene una participación estratégica en Apple, cuya proyección internacional sigue siendo clave.

La inclusión de estos líderes refleja la estrategia de Trump de combinar diplomacia con negocios. Entre los invitados también estuvieron Rupert Murdoch, Stephen Schwarzman, Marc Benioff y otros pesos pesados del mundo financiero y mediático, confirmando que la noche en Windsor no fue un evento social más, sino un escaparate del poder real.

Mientras Trump disfrutaba del lujo y la atención, fuera del castillo, manifestantes recordaban sus polémicas, proyectando imágenes sobre Epstein y cuestionando sus políticas. Dentro, la élite celebraba, negociaba y apostaba por mantener su lugar en un tablero global donde la tecnología y la influencia económica son la nueva moneda.


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Imagen de portada: Los Angeles Times