Generación Z protesta en Nepal contra la prohibición de redes sociales y la corrupción del país
Sociedad
Por: Carolina De La Torre - 09/08/2025
Por: Carolina De La Torre - 09/08/2025
Las calles de Katmandú se convirtieron en escenario de violencia tras las protestas encabezadas por jóvenes de la llamada Generación Z. La movilización, que comenzó como rechazo a la prohibición de redes sociales como Facebook, X, YouTube e Instagram, se transformó en un grito contra la corrupción política que atraviesa al país.
De acuerdo con las autoridades, al menos 19 personas murieron y decenas resultaron heridas en los enfrentamientos con la policía, que usó cañones de agua, balas de goma y gases lacrimógenos para dispersar a la multitud.
Los manifestantes aseguran que la medida de bloquear plataformas digitales busca silenciar las críticas al gobierno. Para muchos, la prohibición es solo la chispa de un malestar mayor: la percepción de que la corrupción es desenfrenada y que el Estado no ha cumplido sus promesas de mejorar la economía.
“Queremos recuperar nuestro país; vinimos a detener la corrupción”, dijo a la BBC Sabana Budathoki, una de las asistentes a la protesta.
In Nepal, people are hitting the streets against corruption and the government’s new social media ban, Voices silenced online are now louder on the ground #NepalProtests pic.twitter.com/NnaHlfiyx8
— Prayag (@theprayagtiwari) September 8, 2025
En Katmandú, varios jóvenes intentaron irrumpir en la zona restringida del Parlamento, lo que detonó la represión policial. El hospital cercano se vio desbordado de heridos y hasta los médicos tuvieron dificultades para atenderlos debido a los gases lacrimógenos que alcanzaron las instalaciones.
La tensión llevó al gobierno a imponer toque de queda en zonas clave y desplegar soldados en las calles. En la ciudad de Itahari, al este del país, otras dos personas murieron durante las manifestaciones.
El conflicto surge tras la orden de bloquear 26 plataformas digitales por no registrarse ante el Ministerio de Comunicación y Tecnología. Aunque el gobierno insiste en que no se trata de una prohibición, sino de una regulación contra noticias falsas y fraudes en línea, la desconfianza crece. Para miles de nepalíes, la medida solo confirma lo que temen: un intento por controlar la voz de una generación que no piensa callarse.