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La novela de Jorge Ibargüengoitia sobre las “Poquianchis” se convierte en una de las series mexicanas más esperadas del año

En 1977 Jorge Ibargüengoitia publicó Las muertas, una novela que tomó como punto de partida el caso de las tristemente célebres “Poquianchis”, las hermanas González Valenzuela que durante los años sesenta explotaron, prostituyeron y asesinaron a decenas de mujeres en Guanajuato. Un crimen atroz que los medios sensacionalistas se encargaron de inflar, pero que el escritor convirtió en literatura crítica, corrosiva y profundamente mexicana.

Ibargüengoitia no buscó narrar la historia como una crónica policiaca más. Con su característico humor negro y su estilo entre el testimonio y la ficción, transformó un expediente criminal en una sátira feroz sobre la corrupción, la impunidad y la hipocresía social. Lo que otros miraban como un caso aislado de barbarie, él lo exhibió como un síntoma de un país que se había acostumbrado a convivir con la violencia.

La novela, directa pero irónica, se lee como un rompecabezas: distintos puntos de vista y saltos en el tiempo obligan al lector a reconstruir lo ocurrido. No hay adornos innecesarios, pero sí una mirada aguda que convierte lo grotesco en un retrato incómodo y vigente. Por eso desde su publicación fue considerada una de las obras más potentes de Ibargüengoitia, y con el tiempo se consolidó como un clásico de la narrativa mexicana.

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El caso real ya había inspirado la película Las Poquianchis de Felipe Cazals, estrenada en 1976, donde el tono es mucho más crudo y directo. Pero la versión de Ibargüengoitia encontró otra vida en 2025, cuando Luis Estrada llevó Las muertas a Netflix en formato de miniserie. Fiel a su estilo, Estrada combina sátira y crítica política para mostrar que, medio siglo después, los temas de trata, desigualdad y violencia siguen resonando con fuerza en México.

Detrás de la obra está un autor que nunca se conformó con las versiones oficiales. Jorge Ibargüengoitia, nacido en Guanajuato en 1928, empezó como dramaturgo y pronto dio el salto a la narrativa con títulos como Los relámpagos de agosto y La ley de Herodes. En todas sus páginas hay ironía, humor ácido y un retrato descarnado de la realidad nacional. Su muerte prematura en un accidente aéreo en 1983 cortó una trayectoria en ascenso, pero dejó novelas como Las muertas que siguen leyendo a México.


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Imagen de portada: Pinterest