*

Estos son los Premios Darwin, una sátira que "reconoce" a quienes se autoeliminan de la evolución con decisiones absurdas. Casos reales, humor negro y mucha incredulidad.

Hay premios que celebran la excelencia, otros que reconocen la innovación, y algunos —como los Darwin— que aplauden la capacidad humana para salirse del juego evolutivo de la forma más absurda posible. Lejos de tener una alfombra roja o una estatuilla oficial, los Premios Darwin reconocen, de forma simbólica, a aquellos que contribuyen a “mejorar” la especie, eliminándose a sí mismos de ella.

Tal vez suena brutal, pero el humor negro detrás de estos premios tiene décadas de circulación en libros, foros y, más recientemente, en redes sociales. La idea es bastante simple y si se piensa un poco, un tanto cruel. Si una persona pierde la vida o su capacidad reproductiva a causa de una decisión francamente estúpida, y con ello evita pasar sus genes a la siguiente generación, entonces se ha ganado un lugar en el podio de la evolución inversa.

Primero hay que decir que los Darwin Awards (como se conocen en inglés), no son premios oficiales, tampoco hay jurado ni discursos de agradecimiento. Son recopilaciones que se publican en su sitio oficial y en comunidades digitales como Reddit, donde los internautas nominan casos reales que oscilan entre lo absurdo, lo trágico y lo increíble.

100 % real no fake: algunos casos que parecen sacados de una caricatura 

A lo largo de los años, ha habido historias tan increíbles que uno no sabe si reír o llorar por la especie humana y aunque son muchos –en verdad muchos– estos son algunos ejemplos elegidos por Pijama Surf. 

  • El lanzagranadas casero: Un sujeto en Bosnia intentó fabricar su propio lanzagranadas usando una tubería, pólvora y optimismo. El resultado fue una explosión que lo hizo acreedor al premio... póstumo.
  • El paracaidista zen: Un aficionado al paracaidismo decidió saltar sin paracaídas para grabar una experiencia espiritual “libre de tecnología”. No sobrevivió para contarlo.
  • El espejo asesino: En un intento de robar un espejo enorme atado en el techo de una tienda, un hombre se paró justo debajo mientras lo desatornillaba. Spoiler: el espejo cayó.
  • El ladrón que se disfrazó de arbusto: Un británico pensó que camuflarse de arbusto lo haría invisible para robar en plena calle. Fue atropellado por un auto al cruzar la avenida.
  • El francotirador de insectos: Un hombre en Estados Unidos decidió que la mejor forma de eliminar una infestación de arañas en su casa era con una pistola. No un insecticida, no una escoba. Disparó múltiples veces en el interior de su hogar, dañó tuberías de gas, provocó una fuga… y causó una explosión que destruyó la casa entera. Milagrosamente no murió en el acto, pero quedó gravemente herido y fue hospitalizado sin posibilidad de reproducción, lo que le aseguró su lugar en los Darwin Awards.

Y aunque parezca ficción, todos estos casos pasaron los filtros del sitio oficial, que se encarga de verificar su veracidad antes de agregarlos a su colección de "evolución en acción".

Si tienes estómago para una buena dosis de asombro ante las decisiones humanas más cuestionables, puedes visitar el sitio oficial de los Darwin Awards. También hay recopilaciones en YouTube y comunidades activas como r/DarwinAwards en Reddit, donde cada semana aparecen nuevos nominados.

Wendy Northcutt, la creadora original del concepto, también ha publicado libros como “The Darwin Awards: Evolution in Action” donde recopila lo mejor (o peor) del ingenio autodestructivo humano.

Premios Darwin, Wendy Northcutt, 2002

Si alguna vez piensas que tomaste una mala decisión, solo date una vuelta por los Premios Darwin, tal vez descubras que, comparado con otros, aún estás bastante bien en la escala evolutiva.


También en Pijama Surf: Los tres libros que hirieron a la humanidad


Imagen de portada: IA