Lady Frieda Harris: la sombra detrás del Tarot Thot de Aleister Crowley
Magia y Metafísica
Por: Yael Zárate Quezada - 07/01/2025
Por: Yael Zárate Quezada - 07/01/2025
Durante décadas, el Tarot de Thoth ha sido una baraja envuelta en misterio, reverencia y controversia. Si bien, se le asocia principalmente con su creador, el ocultista Aleister Crowley, lo cierto es que su estética poderosa, rica en símbolos alquímicos y figuras esotéricas se debe gracias al trazo fino y la mirada de Lady Frieda Harris.
Mujer de clase alta, hija de un renombrado cirujano y esposa de Percy Harris, un baronet británico, Frieda tuvo la oportunidad de vivir una vida de privilegios y así dedicarse de lleno a las artes plásticas, la antroposofía, el ocultismo y eventualmente, en el mundo de Crowley.
El encuentro entre Lady Harris y Aleister Crowley no fue planeado, sino el resultado de una cadena de ausencias. Crowley, en busca de un artista para su nuevo tarot, recurrió a su amigo Clifford Bax. La casualidad –o el destino– quiso que los candidatos previstos no se presentaran, y Frieda Harris fue invitada en su lugar. Tenía 60 años.
A pesar de su falta de experiencia formal en ilustración esotérica, Harris ya había explorado los caminos de la espiritualidad a través de la antroposofía de Rudolf Steiner. Su sensibilidad hacia los símbolos y su interés genuino por lo metafísico la convirtieron en la cómplice perfecta.
Gran parte del trabajo se llevó a cabo en la casa de una amiga común, Greta Valentine, en Hyde Park Crescent. Allí, en un salón decorado con discreto lujo y muchas energías se tejieron los primeros hilos del tarot más complejo del siglo XX.
Durante cinco años, Crowley y Harris trabajaron hombro a hombro en la creación del Tarot de Thoth. Crowley, con su fama de mago oscuro, llevaba consigo una carga simbólica y una reputación que intimidaba, pero Harris, sin dejarse amedrentar, lo persuadió para abandonar su idea inicial de crear un tarot tradicional. y enfocarlo más hacia sus ideas mágicas, científicas, alquímicas y psicológicas.
La baraja completa consta de 78 cartas, cada una un portal hacia dimensiones filosóficas y espirituales que aún hoy desconciertan a lectores y estudiosos. Aunque Crowley reconoció en vida el trabajo de Harris y le profesó una admiración, la publicación de la baraja se retrasó hasta 1969, más de dos décadas después de su muerte y la de Frieda.
Cabe decir que Lady Harris, además de cocreadora, también fue mecenas y cuidadora. Cuando Crowley se quedó sin dinero, fue ella quien financió el proyecto y lo asistió hasta su lecho de muerte.
Después de su paso por el tarot, Lady Harris se marchó a la India, donde vivió hasta su muerte en 1962.
Para muchas y muchos lectores, el Tarot de Thoth es una baraja compleja y desafiante, tanto como la mente de quienes la crearon. A lo largo del tiempo, se han producido diversas ediciones con tamaños y acabados distintos, pero el espíritu que lo anima sigue siendo el mismo, es decir, una invitación al abismo del símbolo, la alquimia del arte y el poder transformador del misterio.