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Tras redadas migratorias y fuertes protestas en Los Ángeles, el gobierno mexicano exige respeto a los derechos de sus ciudadanos, mientras la administración Trump intensifica su postura con apoyo militar.

Desde el día viernes, la ciudad de Los Ángeles, California ha vivido una jornada de deportaciones masivas y de enfrentamientos entre elementos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y varios migrantes de origen latino, pero en su mayoría, mexicanos.

Las imágenes de los manifestantes portando la bandera de México mientras se enfrentan a la policía y una patrulla incendiada, han dado la vuelta al mundo, como un símbolo de resistencia ante las políticas antimigrantes de Donald Trump.

Sin embargo, los enfrentamientos registrados durante el fin de semana provocó que el presidente Donald Trump ordenara el despliegue de 2 mil elementos de la Guardia Nacional para contener a los manifestantes. 

Un operativo que encendió la protesta

Las tensiones comenzaron el viernes 6 de junio, cuando agentes de ICE llevaron a cabo una serie de redadas en distintos vecindarios de Los Ángeles. Los operativos se concentraron principalmente en zonas con alta densidad de población migrante y derivaron en la detención de al menos 45 personas, según reportes preliminares. Esta acción, percibida por muchos como un ataque directo a la comunidad mexicana, encendió la indignación y propició una oleada de manifestaciones que rápidamente escalaron en intensidad.

En un comunicado, la cancillería mexicana expresó su preocupación por los hechos y condenó “las prácticas que criminalizan la migración”, al tiempo que hizo un llamado a abordar este fenómeno “desde una perspectiva integral, humana y con corresponsabilidad regional”.

Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, también se pronunció de manera enérgica y pidió a las autoridades estadounidenses abstenerse de tratar a los migrantes mexicanos como delincuentes. 

Sin embargo, una de las voces de oposición más relevantes en este momento ha sido el gobernador de California, Gavin Newsom, quien denunció públicamente el despliegue de tropas ordenado por Trump, calificándolo como “un espectáculo” que solo busca exacerbar el conflicto. 

“No le den a Donald Trump lo que quiere”, escribió Newsom en su cuenta de X (antes Twitter), al tiempo que exigió el retiro inmediato de los elementos de la Guardia Nacional.

Panorama incierto para los detenidos

Hasta ahora, el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, ha confirmado la detención de 42 ciudadanos mexicanos, de los cuales 37 son hombres y cinco mujeres, quienes se encuentran distribuidos en cuatro centros de detención. Cuatro de ellos ya han sido deportados: dos con orden judicial previa y dos de forma voluntaria. El resto permanece bajo observación consular mientras se evalúa su situación jurídica.

Con las tensiones aún presentes en las calles angelinas, y la presión internacional, la crisis migratoria vuelve al centro del debate político entre México y Estados Unidos. 

Mientras tanto, las comunidades migrantes permanecen en alerta y la incertidumbre domina el panorama para cientos de familias que hoy temen por su seguridad y permanencia en territorio estadounidense.


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Imagen de portada: Getty Images