En un mundo donde la medicina corre para alcanzar a las enfermedades, algunas respuestas siguen brotando desde la tierra. La moringa oleifera —ese árbol de nombre discreto y hojas poderosas— ha sido estudiada por la UNAM por sus múltiples propiedades. Y aunque aún no puede considerarse una cura milagrosa, lo cierto es que su potencial nutricional y terapéutico ya no pasa desapercibido.
Originaria de la India y Pakistán, la moringa ha echado raíces también en México, particularmente en regiones cálidas como la Costa del Pacífico y la Depresión del Balsas. Es allí donde su historia comienza a entrelazarse con la investigación científica.
Según el doctor Mark Olson, investigador del Instituto de Biología de la UNAM, las hojas de moringa contienen un valor nutricional que sorprende: proteínas similares a las de la leche en polvo, además de vitamina A, vitamina C y aminoácidos esenciales. Pero eso es solo el comienzo.
Estudios recientes señalan que la moringa podría:
#MásAlláDeCOVID
— UNAM (@UNAM_MX) September 20, 2020
La moringa contiene sustancias que favorecen la disminución de la presión arterial, la concentración de glucosa en la sangre y ayudan a combatir las infecciones causadas por bacterias: #ExpertoUNAM > https://t.co/pXAy8HPPiW #SigueCuidándote pic.twitter.com/01GxvTwvxi
Aunque estos beneficios parecen prometedores, el propio Olson subraya que aún no existen estudios clínicos concluyentes en humanos que validen su eficacia para tratar enfermedades como el cáncer o la hipertensión. La moringa no es un atajo. Es un recurso. Uno valioso, pero que debe consumirse con criterio.
Su creciente popularidad ha dado lugar a una variedad de formas de consumo, pero no todas son iguales en términos de beneficio:
Hojas frescas, ideales para infusiones o ensaladas.
El consumo de moringa debe ir acompañado de una supervisión médica. No es una panacea, ni sustituye una dieta balanceada ni la actividad física. Pero en un país donde el acceso a la salud sigue siendo desigual, su potencial como suplemento alimenticio con beneficios reales la convierte en una aliada digna de ser tomada en serio.
La investigación en torno a este árbol sigue en marcha, con especialistas desarrollando variedades adaptadas a las distintas regiones de México para maximizar sus cualidades. La naturaleza sigue hablando. Y algunas veces —como en el caso de la moringa— lo hace con argumentos sólidos.