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Los principales usos de la Inteligencia Artificial Generativa en 2025 apuntan a la búsqueda de bienestar emocional, sentido de vida y organización personal.

El papel de la inteligencia artificial generativa está abarcando nuevos espacios y tomando nuevos protagonismos en el día a día de las personas. Por mencionar uno de los más destacados en 2025 su uso más extendido será ofrecer apoyo emocional y acompañamiento personal, según revela un reciente análisis publicado por Harvard Business Review.

El estudio, realizado por el experto Marc Zao-Sanders, señala un giro importante en la manera en que las personas interactúan con estas tecnologías. La función más popular será la de proporcionar compañía emocional y apoyo psicológico. Esto marca una transición hacia un enfoque más humano, donde la IA no solo ayuda a optimizar, sino también a comprender y a sanar.

El informe subraya dos usos emergentes que escalaron rápidamente al top 5: la organización de la rutina diaria y la búsqueda de propósito. Ambas funciones, que no figuraban en el listado anterior, muestran que los usuarios se están enfocando a la IA no solo para tareas funcionales, sino para clarificar aspectos personales y existenciales.

A la par de este fenómeno, también se observa que los usuarios han desarrollado una mirada más crítica hacia estas herramientas. El estudio advierte que hay una comprensión más profunda —y a veces escéptica— sobre cómo se crea, financia y regula la inteligencia artificial. Esto incluye preguntas sobre su transparencia, sesgos y posibles impactos en la toma de decisiones humanas.

Asimismo, la IA se ha vuelto un componente clave en profesiones tradicionalmente humanas. Servicios como asesoría médica, terapia psicológica, orientación legal o incluso apoyo fiscal están siendo complementados, y en algunos casos sustituidos, por sistemas generativos que ofrecen respuestas inmediatas, personalizadas y, muchas veces, más accesibles.

Así, mientras la IA se mantiene en expansión, parece claro que su papel en nuestras vidas será cada vez más involucrado en lo emocional e introspectivo. 


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Imagen de portada: María Korneeva