Banco Dondé: el único banco social de México que reinvierte todo en educación e inclusión
Sociedad
Por: Carolina De La Torre - 06/20/2025
Por: Carolina De La Torre - 06/20/2025
Mientras los grandes bancos afinan sus algoritmos para capturar más clientes, hay uno que afina su propósito: servir a quienes no aparecen en las estadísticas del sistema financiero. En México, donde la exclusión bancaria sigue siendo regla, Banco Dondé representa una anomalía. No solo por su modelo —es el único banco del país propiedad de una fundación—, sino porque su prioridad no es multiplicar utilidades, sino transformarlas en programas sociales.
Desde hace más de 106 años, la Fundación Dondé ha trabajado en zonas marginadas del país a través de sus Módulos Educativos. Con presencia en 26 estados y más de un millón de niñas y niños beneficiados, su apuesta ha sido siempre la misma: crear condiciones dignas donde el Estado no alcanza. Educación emocional, gestión del estrés, autoestima, valores… herramientas silenciosas, pero poderosas, que permiten a muchas infancias resistir entornos hostiles.
Con la creación de Banco Dondé, esta labor social encontró una extensión lógica: si el conocimiento empodera, el acceso financiero también. No como herramienta de consumo, sino como instrumento de autonomía. Un banco que sirva, no que excluya.
Nuestro programa ADN MID de la Técnica 59 en la Colonia Emiliano Zapata Sur, fortalece a sus participantes a través del programa de donación en especie de la @FundacionDonde1, con la entrega de mochilas, material didáctico, educativo y otros artículos escolares,📚✏️🎒 pic.twitter.com/4lQJWs3cyk
— FEYAC (@FEYAC_) May 26, 2022
A diferencia del resto de las instituciones financieras, Banco Dondé no responde a inversionistas ni fondos extranjeros. Todo lo que gana regresa a la Fundación. Ese simple hecho cambia las reglas del juego. Sus cuentas digitales, desarrolladas en México, están pensadas para sectores que suelen ser ignorados: personas sin historial crediticio, sin acceso a sucursales, sin confianza en el sistema. Personas reales.
Más que ofrecer productos, lo que ofrece es una lógica distinta: no hay comisiones, ni costos ocultos, ni letra chica. Las cuentas se pueden abrir desde un celular en tres minutos. La tecnología no está para presumirla, sino para reducir fricciones en la vida cotidiana.
Uno de sus proyectos más visibles es Movimex, una tarjeta de débito que también funciona como pase de transporte. No es un producto bancario más, sino una solución a una realidad que pesa: moverse en las ciudades cuesta, y mucho.
Por cada cinco viajes, uno es gratis. Es un gesto pequeño, pero simbólico. No se trata solo de eficiencia: se trata de devolverle algo al usuario que, día tras día, invierte tiempo, dinero y energía para cruzar territorios fragmentados.
Pero incluso este programa tiene una segunda capa: Movimex también está asociada a una cuenta bancaria, lo que promueve la inclusión financiera de quienes jamás han pisado una sucursal. No hay anualidades, ni trámites complicados. Solo una puerta abierta a otro tipo de relación con el dinero.
Hoy, el Gobierno que encabeza la Mtra. @delfinagomez, lanzó las tarjetas #Movimex Dondé y #Movimex @mi_Stori para facilitar el pago a los mexiquenses en el transporte público. #ElPoderDeServir pic.twitter.com/qXAkw6XRgV
— Secretaría de Movilidad GEM (@SEMOV_Edomex) May 13, 2025
Eduardo Dondé, presidente de la fundación y del banco, lo resume con claridad: “No competimos por clientes, competimos por servir mejor”. Bajo esa consigna, la institución ha optado por no crecer con prisa, sino con propósito. Actualmente mantienen cerca de 380 puntos físicos, pero el objetivo no es expandirse como red, sino profundizar su impacto donde más se necesita.
La Fundación, que alguna vez ofrecía becas y apoyos escolares, ahora ofrece acceso a herramientas financieras reales. Desde el ahorro —que aquí puede comenzar con cien pesos— hasta la posibilidad de tener una cuenta funcional que ayude a estructurar mejor la vida diaria. Y todo lo que se recauda regresa, directa o indirectamente, a las comunidades que lo hicieron posible.
En tiempos donde la mayoría de los grandes bancos que operan en México tienen capital extranjero, Dondé obtuvo el certificado Hecho en México. Puede sonar anecdótico, pero en el fondo es una declaración: sí es posible construir soluciones desde lo local, con tecnología propia y vocación pública.
En un sistema acostumbrado a jerarquizar desde el dinero, Dondé abre una fisura esperanzadora. Porque al final, lo que está en juego no es solo el acceso al crédito o al transporte, sino la posibilidad de imaginar otras formas de distribuir el poder y el futuro.