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En esta entrevista exclusiva, Aura Medina habla sobre el tarot terapéutico, la psicoterapia corporal y el poder transformador de enfrentar nuestras heridas emocionales.

Muchas personas buscan apoyo u orientación para las situaciones –por no llamarlas crisis –emocionales. Y es muy común, pues actualmente la vida cotidiana y sus velocidad llevan a una buena parte de la población en general a padecer ansiedad, depresión, y cuestionarse a sí mismos ¿quiénes son? Sin embargo, por la inercia en la que se mueve la actualidad, no es extraño encontrar “soluciones” inmediatas, recetas rápidas y respuestas emocionales para “paliar” la situación. En este contexto, Aura Medina de Wit camina a contracorriente.

Terapeuta, escritora y tarotista, cuenta en entrevista para Pijama Surf, que lleva más de cuatro décadas explorando los territorios más profundos del alma humana. Su historia personal, lejos de ser lineal, está marcada por la búsqueda, el coraje y una honestidad radical con su propia sombra.

De la vida corporativa al inconsciente

Acostumbrada a la vida corporativa, el punto de quiebre llegó cuando se vendió la terminal donde trabajaba. Aura decidió no continuar por ese camino. “Ya no era yo. Empecé a mirar hacia adentro, y las puertas comenzaron a abrirse”.

Y aunque el tarot no fue su primer gancho para el autoconocimiento, sí fue una herramienta decisiva y fue entonces cuando apareció en su vida Regina Roditi, una maestra singular. “Me rescató. Me llevó a su cabañita en el bosque y me hizo trabajar todos los días con los arcanos”, relata Aura. Desde entonces, el tarot se volvió parte esencial de su práctica, no como arte adivinatorio, sino como espejo simbólico del inconsciente. “No predigo el futuro –señala–, el tarot es una forma de poner sobre la mesa lo que ya está dentro de ti y no puedes ver”. 

Aura Medina de Wit.

Y es que, el enfoque de Aura va más allá de una sola corriente. Su práctica entrelaza psicología junguiana, terapia transpersonal y psicoterapia corporal. En ello, su mirada sobre la infancia como semilla de nuestros bloqueos emocionales es contundente.

Ante la pregunta sobre ¿cuál es uno de los problemas emocionales que más ha presencia durante sus terapias, Aura señala que “la herida más profunda es la sensación de abandono o rechazo materno. No necesariamente tiene que haber ocurrido literalmente, pero si no se completaron los procesos naturales del vínculo con la madre, eso se queda en el cuerpo”.

En este caso, Aura no duda en afirmar que la represión emocional crea tensiones físicas que se vuelven cárceles internas. Su propuesta es liberar, no suprimir. “De niños nos enseñan que ciertas emociones son malas, que hay que esconderlas. Entonces las reprimimos, y eso forma nuestra sombra. Pero esa sombra no son demonios, son ovejas perdidas que esperan regresar a casa.

Del temor al autoconocimiento 

Desde su perspectiva, uno de los grandes temores contemporáneos es el autoconocimiento profundo. “Hoy hay mucha terapia New Age que promete soluciones rápidas, pero sanar de verdad implica entrar en ti, enfrentar tu oscuridad. No hay atajos”, advierte. Por eso sus talleres no son cómodos, pero sí transformadores. 

“El camino no es rechazar la sombra, sino llevarle luz. La única persona que puede rescatarte eres tú”.

En sus cursos y sesiones, predominan mujeres de todas las edades, aunque poco a poco se suman más hombres. “Soy una revolucionaria del mundo interno”, afirma con orgullo. Su libro Sanando la línea materna ha sido un fenómeno inesperado, y le llegan mensajes desde Argentina, España y México. “No me lo esperaba”, dice, “pero creo que muchas mujeres estaban esperando una voz que les hablara desde un lugar sincero, sin recetas mágicas”.

Sanando la herida materna

Así, para alguien que desea comenzar su camino de autoconocimiento, ¿qué preguntas debería hacerse frente al espejo? “¿Quién soy”, responde, y añade que no es una solución fácil, pues esta pregunta puedes pasar toda la vida intentando responderla pero para ello hay que entender qué queremos y que necesitamos. 

Con ello, Aura Medina no pretende ser una gurú, sino una acompañante lúcida para quienes se atreven a mirar hacia dentro.

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