Robert Prevost explica por qué eligió León XIV como su nombre pontificio
Sociedad
Por: Mateo León - 05/10/2025
Por: Mateo León - 05/10/2025
En su primer encuentro con el Colegio Cardenalicio, el recién elegido León XIV reveló la inspiración detrás de su nombre pontificio: León XIII, el papa que, a finales del siglo XIX, enfrentó los desafíos sociales de la primera revolución industrial con la encíclica Rerum Novarum. En un discurso cargado de simbolismo, el nuevo pontífice subrayó que hoy la Iglesia debe responder a otra revolución industrial, marcada por la expansión de la inteligencia artificial y el impacto en la dignidad del trabajo.
León XIII, elegido en 1878, se destacó por abordar los problemas sociales y laborales derivados de la Revolución industrial. A través de la encíclica Rerum Novarum (1891), defendió los derechos de los trabajadores, abogó por un salario justo y denunció los excesos del capitalismo salvaje.
Hoy, León XIV retoma ese legado en un mundo donde los avances tecnológicos plantean preguntas éticas y laborales tan complejas como las que enfrentó León XIII. “La Iglesia ofrece a todos su patrimonio de doctrina social para responder a otra revolución industrial y a los desarrollos de la inteligencia artificial”, afirmó León XIV. Así lo explicó:
El Papa invitó a los cardenales a apoyarlo en este camino, señalando que el desafío actual es mantener la dignidad humana en un contexto donde el trabajo está siendo reemplazado por máquinas y algoritmos.
En su discurso, León XIV también vinculó su misión con el Concilio Vaticano II, un evento que, a mediados del siglo XX, abrió la Iglesia al diálogo con el mundo contemporáneo. Hoy, el nuevo papa insiste en la necesidad de reafirmar los principios del Concilio: verdad, justicia, paz y fraternidad.
Además, recordó la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, la primera hoja de ruta del pontificado de Francisco, donde se subrayaba la urgencia de:
En línea con este legado, León XIV enfatizó que su misión es reanudar el camino iniciado por Francisco, quien buscó hacer de la Iglesia una Iglesia en salida, cercana a los pobres y abierta al diálogo.
En un momento de gran emotividad, León XIV evocó la imagen del susurro de Dios en el viento, una metáfora del estilo espiritual de Francisco: serena confianza, sobriedad y abandono en Dios.
“Dios ama comunicarse más que en el estruendo del trueno y del terremoto, en el susurro de una ligera brisa o, como algunos traducen, en una sutil voz de silencio”, expresó el Papa.
En un mundo marcado por el ruido, la violencia y la polarización, el nuevo pontífice llamó a los cardenales a escuchar esa voz sutil de Dios y a ser ministros fieles de su plan de salvación.
En su discurso, León XIV hizo un llamado urgente a los cardenales para que lo acompañen en esta nueva misión, un camino que —según sus propias palabras— supera las fuerzas de un hombre y requiere del auxilio divino y del apoyo fraterno.
Agradeció especialmente al decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, por su lealtad y servicio durante el período de Sede Vacante, y al Camarlengo, Kevin Joseph Farrell, por mantener el orden en tiempos de incertidumbre.
Finalmente, León XIV invitó a los cardenales a retomar el camino con esperanza, inspirados en la fe y con la mirada puesta en la construcción de una Iglesia que sea arca de salvación y faro en la oscuridad de un mundo marcado por guerras y divisiones.