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La Fonoteca Nacional presenta una sesión para escuchar al autor leer su propia obra, revelando el poder de la palabra dicha y la memoria sonora como otra forma de narrar.

Este 04 de junio a las 19:00 hrs, con entrada libre, la Fonoteca Nacional de México invita a la segunda sesión del Ateneo de la Escucha, un espacio para redescubrir la literatura desde lo sonoro. 

En esta ocasión, el protagonista será Juan Rulfo, uno de los autores más importantes de la literatura mexicana. A través de los registros sonoros del acervo Voz Viva, el público podrá escuchar al propio Rulfo leer fragmentos de su obra. Su voz, pausada y sobria, da nueva dimensión a textos como Pedro Páramo y El llano en llamas.

La sesión incluirá una escucha colectiva de los registros sonoros de Juan Rulfo, permitiendo al público acercarse a su obra a través de su propia voz. Escuchar estos audios ofrece una experiencia distinta a la lectura tradicional: se revela el ritmo interno del autor, la forma en que marca silencios, la entonación que imprime a ciertas palabras, y la cadencia con la que deja que el texto respire.

Rulfo fue un escritor que usó pocas palabras, pero que logró construir universos completos en sus textos. Su literatura está marcada por el desarraigo, el abandono, la violencia contenida y la presencia constante de la muerte. Escucharlo leer nos permite acercarnos a su obra desde otra perspectiva: la de la oralidad y la fuerza de la palabra dicha, algo que refuerza el carácter profundo y emocional de sus historias.

La Fonoteca Nacional conserva este tipo de registros como parte de su labor de preservar y difundir la memoria sonora de México. Actividades como esta reafirman el valor del sonido en la cultura literaria y en la manera en que nos relacionamos con las voces del pasado. Juan Rulfo, aunque fue un autor reservado y poco dado a entrevistas, dejó en su voz una huella valiosa para comprender su visión del mundo y su forma única de narrar.


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Imagen de portada: The New York Times