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Para cambiar su vida por completo, Imelda Collins sorteó su casa irlandesa por el precio de un desayuno

Imelda Collins dejó atrás su cabaña en las verdes colinas del norte de Irlanda sin tener que tratar con agentes inmobiliarios, firmas notariales ni bancos. En lugar de eso, se valió de un sorteo digital que, por menos de 7 dólares, ofreció a cualquiera en el mundo la posibilidad de ganar una casa amueblada en una ciudad portuaria de ensueño.

Lo que Collins hizo puede sonar a un guion cinematográfico, pero es 100 por ciento real. Tras vivir 12 años en Italia, donde conoció a su esposo —y donde él aún reside—, esta trabajadora del Servicio Ejecutivo de Salud de Irlanda decidió que era momento de cerrar ciclos. Su solución fue convertir su hogar en un boleto dorado, disponible globalmente por apenas 6.70 dólares.

La casa que se ofreció en la rifa es una cabaña sobre un terreno de más de 30 hectáreas en las afueras de Sligo, una ciudad costera del norte de Irlanda. Cuenta con dos habitaciones, baño, sala, comedor, jardín y, por si fuera poco, la entregan completamente amueblada.

La idea no surgió de la nada, ya que Collins leyó en un periódico la historia de una compatriota que sorteó su apartamento en Dublín para mudarse a París. Inspirada por esa experiencia, contactó directamente a la mujer y decidió replicar el modelo, utilizando la plataforma inglesa Raffall.com.

Un punto importante que hizo posible esta transacción fue que la empresa, que aloja este tipo de rifas bajo la categoría de “competiciones con premios”, no está regulada por la Comisión del Juego británica, lo que permitió realizar este tipo de sorteos sin contratiempos legales.

Imelda pagó 150 mil dólares por la propiedad en 2022 y había invertido alrededor de 313 mil en acondicionarla. Según tasaciones, la casa estaba valuada en 336 mil dólares, pero su esperanza con la rifa era alcanzar ingresos por hasta 450 mil dólares. Todo dependía del número de boletos vendidos antes de la fecha límite: el 22 de mayo a las 10:00 h, hora de Irlanda.

¿Y si no se vendían los suficientes? Había dos escenarios posibles: Collins podría entregar el 50% de lo recaudado al ganador y conservar la casa, o bien cederla y recibir una porción mayor de las ganancias. En ambos casos, el riesgo se asumió con los pies en la tierra, pero con la mirada puesta en una vida nueva.

Y el destino ya habló: la ganadora del sorteo fue Katleen Spangler, quien ahora es la nueva propietaria de una cabaña de ensueño en Irlanda. ¿Azar o destino? A veces, una vida entera cabe en un boleto de lotería.


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Imagen de portada: Imelda Collins en la que fue su casa de campo en Irlanda / Rafall.com