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Publicada en 1957, «El Eternauta» no solo revolucionó el cómic argentino, sino que sentó las bases de la novela gráfica en América Latina, combinando ciencia ficción, crítica social y una narrativa visual que marcó un antes y un después

Si hay algo que marcó el comienzo de una nueva era en el cómic latinoamericano, fue El Eternauta. Publicada por primera vez en 1957 en la revista Hora Cero, esta obra se consagró como la primera novela gráfica latinoamericana, combinando a la perfección el arte visual y la narración profunda. Creada por el guionista Héctor Germán Oesterheld y el dibujante Francisco Solano López, El Eternauta dejó una huella en la historia del cómic mundial, convirtiéndose en un referente tanto en América Latina como en el resto del mundo.

Una historia que redefine el cómic

El Eternauta no es solo una historia de ciencia ficción. En sus páginas se presenta una Buenos Aires sitiada por una nevada mortal que cubre la ciudad, dando paso a una invasión extraterrestre. El relato no solo está centrado en la acción, sino que también toca temas profundos como la resistencia humana, la amistad, el sacrificio y la denuncia social. A través de sus personajes, Oesterheld y López muestran el costo de la lucha por la supervivencia en tiempos de crisis, al mismo tiempo que ofrecen una crítica a las estructuras de poder y a las injusticias de la época.

Más allá de la temática, lo que diferencia a El Eternauta de las historietas convencionales de la época es su estructura narrativa. Mientras que los cómics tradicionales eran relatos breves y fragmentados, El Eternauta presentó una historia continua, estructurada como una novela. Esto permitió una exploración más profunda de sus personajes y de los eventos que los rodeaban, acercándose más a la forma literaria de la novela que al formato de cómic tradicional.

¿Qué es una novela gráfica?

A lo largo de los años, el concepto de "novela gráfica" ha ido ganando terreno. Esta forma de cómic se caracteriza por ser una narrativa extensa y compleja que puede abordar temas profundos y complejos, similar a una novela tradicional, pero utilizando la estructura visual del cómic. Las novelas gráficas no son solo una sucesión de dibujos y diálogos: son obras en las que el arte y la palabra se entrelazan de manera que ambas partes se enriquecen mutuamente.

En este sentido, El Eternauta marcó un punto de inflexión en la región. El cómic latinoamericano, hasta ese momento, se caracterizaba por narrativas episódicas y de corta duración, pero la obra de Oesterheld y López introdujo la posibilidad de contar historias más largas y complejas, en las que la imagen no solo servía para acompañar el texto, sino para profundizar en la atmósfera y los matices de la trama.

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¿Qué es una novela gráfica?

La novela gráfica es una forma de cómic que se caracteriza por narrativas más largas y complejas, similar a una novela tradicional. A diferencia del cómic convencional, que suele ser episodico y breve, la novela gráfica fusiona la palabra y la imagen para contar historias profundas y completas. El arte y el texto trabajan juntos, no solo como complemento, sino para enriquecer la trama, permitiendo explorar temas complejos de manera más detallada.

Elementos esenciales de una novela gráfica

Narrativa visual: Las imágenes y las viñetas cuentan la historia de manera continua, construyendo la atmósfera y el desarrollo de los personajes.

Diálogos y textos: Los diálogos y textos son fundamentales, no solo para informar, sino para añadir emoción y profundidad a la historia.

Diseño gráfico: El estilo de dibujo, la disposición de las viñetas y la tipografía son esenciales para la expresión de la narrativa visual.

Estructura narrativa: A diferencia de los cómics breves, las novelas gráficas tienen una historia continua que permite una evolución más profunda de los personajes y los eventos.

 

El Eternauta no solo marcó el inicio de una nueva era para el cómic latinoamericano, sino que también fue un catalizador para el desarrollo de la novela gráfica en español. Su importancia trasciende su formato, porque es un testimonio de cómo el cómic puede ser una herramienta poderosa para narrar historias complejas, profundamente humanas y políticamente comprometidas. Esta obra demuestra que el cómic puede ser más que entretenimiento; puede ser una forma de arte que refleja las preocupaciones sociales, políticas y culturales de un momento histórico.

Y, en el caso de El Eternauta, su impacto no solo se limita a su época: sigue vigente como un referente esencial para entender el cómic latinoamericano y la narrativa gráfica en general.


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Imagen de portada: Amazon