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¿Por qué no tenemos un contacto directo o por lo menos la certeza total de que una civilización extraterrestre nos busca? Estas son algunas respuestas al gran silencio del universo

Considerando la edad de nuestra Vía Láctea (10 mil millones de años), la ecuación del astrónomo Frank Drake, calcula que el número de civilizaciones que podría haber en nuestra galaxia es una cifra media de 10 mil. El astrofísico estadounidense, Carl Sagan estimó que habría al menos un millón y otros científicos como John D. Barrow y Frank Tipler fueron más conservadores al estimar que muy difícilmente habría más de una civilización por galaxia. 

Aunque fue en la década de los 60 que surgió la ecuación Drake y las estimaciones de los demás astrónomos se generaron en los 70 y 80, lo cierto es que fue Enrico Fermi, Premio Nobel de Física, quien durante un almuerzo con varios de sus colegas en 1950, les preguntó: ¿Dónde están?, refiriéndose a un posible contacto extraterrestre. 

La idea surge que, tomando en cuenta el tamaño de la Vía Láctea –un diámetro aproximado de 100 mil años luz– aunado al tiempo de vida que tiene, y que en su haber se encuentran 400 mil millones de estrellas, de las cuales 20 mil millones comparten características muy similares al Sol, es muy probable que exista al menos un planeta similar a la Tierra y que en ella surja no solo una sino hasta 100 mil civilizaciones parecidas a la nuestra. 

¿Por qué no tenemos contacto extraterrestre?

Pero la paradoja de Fermi es justamente eso. Con tanta probabilidad a favor, ¿por qué no tenemos un contacto directo, o por lo menos la completa certeza de que no estamos solos?La paradoja se extiende a preguntarnos, ¿por qué no hemos encontrado alienígenas o por lo menos sus artefactos ya sea en la Tierra o en el sistema Solar? ¿Por qué no hemos visto señales de su inteligencia en algún lado? 

Para Fermi hay tres razones posibles detrás de este gran silencio: 

  1. El viaje interestelar es imposible. 
  2. Puede haber un viaje interestelar pero requiere un esfuerzo enorme con resultados muy pobres. 
  3. Las civilizaciones que están en desarrollo terminan por colapsar antes de llegar al nivel de tecnología requerido para expandirse hacia otros planetas. 

Más hipótesis y teorías 

Estas razones han generado otras posibles respuestas a la paradoja de Fermi. Por ejemplo, John Bell propuso la hipótesis del Zoológico y que indica que solo somos una civilización creada para ser observados y estudiados. 

Carl Sagan y Edward Snowden comparten la idea de que sí ha habido intentos por contactarnos, pero nuestra tecnología aún no está lo suficientemente desarrollada para comprender los mensajes. Sin embargo, quizá una de las explicaciones a la Paradoja de Fermi más interesantes es la del “Gran Filtro” postulada por Robin Hanson. En esta propuesta existe una gran barrera conocida como “Gran Filtro” que impide el desarrollo de una civilización y que a su vez limita que ésta llegue al punto donde explora el espacio. 

El “Gran filtro” pueden ser guerras, conflictos medioambientales, tecnología orientada a otros fines, etc. También existe la posibilidad de que el surgimiento de la vida en sí misma es más complicado de lo que comprendemos y que somos una de las primeras civilizaciones en sobrepasar el “filtro”. 

Al final, todo y nada puede ser posible, aunque las probabilidades estén a favor de un contacto. Podemos estar expuestos al estudio de una raza superior, nuestra tecnología aún no es la idónea, nos estamos destruyendo como humanos o tal vez y solo tal vez, todo la oscuridad del espacio sea una manta para cobijar a la única civilización que ha logrado superar el filtro de la vida. 


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Imagen de portada: Cemagraphics