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Trump vs. Harvard: gobierno de Estados Unidos prohíbe admisión de estudiantes extranjeros en la universidad

Política

Por: Yael Zárate Quezada - 05/23/2025

El Gobierno de Trump revoca la potestad de Harvard para admitir estudiantes internacionales, alegando inseguridad y simpatías con Hamas. La medida afecta al 27% de su matrícula actual

En una movida que ya se anticipaba, debido a la creciente tensión entre el gobierno federal y las universidades de élite en Estados Unidos, la administración de Donald Trump retiró a la prestigiosa Universidad de Harvard la certificación necesaria para matricular estudiantes internacionales. 

La decisión, anunciada este jueves por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), amenaza directamente el estatus migratorio de miles de alumnos provenientes del extranjero y pone en riesgo la proyección internacional de una de las instituciones más prestigiosas del mundo académico. 

Fue Kristi Noem, la titular del DHS quien anunció que “Harvard ya no puede matricular a estudiantes extranjeros y los estudiantes extranjeros existentes deben transferirse o perder su estatus legal”.

Asimismo, ordenó la revocación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVP, por sus siglas en inglés), bajo el argumento de que la universidad no cumplió con una exigencia previa que era entregar registros sobre supuestas “actividades ilegales y violentas” por parte de su comunidad internacional.

En una carta enviada este mismo jueves a las autoridades de Harvard, Noem acusó a la universidad de “perpetuar un ambiente universitario inseguro, hostil al estudiante judío, que promueve simpatías hacia Hamas y emplea prácticas racistas de ‘diversidad, equidad e inclusión’”.

Esto, porque varios estudiantes se han manifestado en contra de la ocupación de Israel en territorio palestino y han cuestionado al gobierno estadounidense por no haber condenado estos ataques y más aún apoyar el genocidio encabezado por el primer ministro, Benjamin Netanyahu. 

Incluso, la portavoz de la Casa Blanca, Abigail Jackson, defendió la medida trumpista con dureza al mencionar que:

“Harvard ha convertido su otrora gran institución en un semillero de agitadores antiestadounidenses, antisemitas y proterroristas”. 

¿Criminalización de la protesta?

El anuncio ha sido interpretado por muchos como una advertencia con implicaciones que van más allá de Harvard. “Que esto sirva de advertencia a todas las universidades e instituciones académicas del país”, sentenció el DHS en su declaración oficial.

Este movimiento se da en un contexto político de alta sensibilidad, en el que el expresidente Trump ha intensificado su presión contra instituciones académicas consideradas liberales o “antiestadounidenses”. 

Cabe mencionar que la Casa Blanca no ha ocultado su intención de incidir en las políticas internas de estas universidades, desde su programación educativa hasta sus criterios de admisión. Tras las protestas universitarias por la guerra entre Israel y Hamas, la administración ha justificado su cruzada como una ofensiva contra el antisemitismo y las políticas de inclusión, las cuales califica como “discriminatorias” e “inmorales”.

Harvard reacciona

Desde Harvard, la reacción fue inmediata. En un comunicado oficial, la institución calificó la decisión como “ilegal” y expresó su firme desacuerdo. “Estamos plenamente comprometidos a mantener la capacidad de Harvard para acoger a estudiantes y académicos internacionales, que provienen de más de 140 países y enriquecen a la Universidad —y a esta nación— de manera inconmensurable”, sostuvo la universidad.

Jason Newton, portavoz de la institución, fue más enfático al señalar que: 

“Trabajamos rápidamente para proporcionar orientación y apoyo a los miembros de nuestra comunidad. Esta acción de represalia amenaza con perjudicar gravemente a la comunidad de Harvard y a nuestro país, y socava la misión académica y de investigación de Harvard”.

Además, la universidad ya demandó legalmente al gobierno ante el tribunal federal de Massachusetts, en un intento por revocar la medida dictada.

El golpe no es menor. De acuerdo con cifras oficiales, el 27.2% del alumnado matriculado en el ciclo 2024-2025 corresponde a estudiantes internacionales, lo que representa un total de 6.793 personas dentro de una población académica internacional de 9.970. La pérdida de este segmento tendría efectos estructurales tanto en la vida académica como en la viabilidad financiera de la universidad, la cual también ya se encuentra en manos de la administración de Donald Trump. 


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Imagen de portada: Madie Meyer