“Si me eligen, huyo a Sicilia”, dice este cardenal que no quiere ser papa, pero suena entre los papables
Sociedad
Por: Mateo León - 05/06/2025
Por: Mateo León - 05/06/2025
A muy poco del cónclave que decidirá quién ocupará el trono de San Pedro, el cardenal español Cristóbal López Romero, arzobispo de Rabat, ha lanzado una declaración tan sorpresiva como inusual: “Si me eligen, huyo a Sicilia”. En una entrevista con el diario Il Messaggero, López Romero —de 72 años, ideas afines a las de Francisco y fuerte presencia en las “periferias” tan valoradas por el papa emérito— descartó rotundamente cualquier ambición de convertirse en el próximo pontífice.
“No tengo absolutamente ninguna ambición. Nunca me podría imaginar en ese papel”, aseguró el cardenal, rematando con una crítica directa a quienes sí desean el cargo: “Están movidos por la sed de poder”.
Su postura contrasta con el tradicional silencio que impera en los días previos al cónclave, donde las reglas no escritas exigen discreción, y mucho más en un momento de tensión interna y búsqueda espiritual.
Mientras tanto, en el Vaticano se celebran las últimas congregaciones generales, encuentros donde los cardenales —electores y no electores— debaten sobre los desafíos actuales de la Iglesia. Este sábado, 177 cardenales participaron en la novena reunión. El domingo será un día de pausa por la misa, y el lunes se celebrarán dos sesiones más, cruciales para perfilar visiones y alianzas antes del encierro en la Capilla Sixtina.
Según Matteo Bruni, portavoz del Vaticano, entre los temas discutidos resalta el deseo común de elegir a un “papa profético”, que saque a la Iglesia de su aislamiento y “aporte luz a un mundo que necesita desesperadamente esperanza”.
¿Será el próximo papa alguien en la línea reformista de Francisco o un regreso al conservadurismo doctrinal?
El arzobispo de Singapur, William Seng Chye Goh, identificado con una postura más tradicional, reconoció los logros del papa argentino pero subrayó que “ningún papa es perfecto”. En contraste, el progresista arzobispo de Argel, Jean Paul Vesco, expresó su esperanza de que el sucesor de Francisco mantenga su estilo pastoral abierto, como “el padre del hijo pródigo”.
El cónclave comenzará el 7 de mayo con 133 cardenales electores —todos menores de 80 años— reunidos en la Capilla Sixtina, encerrados bajo absoluto secreto hasta que un candidato obtenga dos tercios de los votos. El icónico humo blanco volverá a salir del tejado vaticano para anunciar al mundo el nombre del nuevo pontífice.
El sábado, el Vaticano difundió imágenes de los preparativos dentro de la Capilla: se ha instalado la tradicional tarima de madera y la estufa que quemará las papeletas de votación. Todo listo para una decisión que marcará el futuro espiritual y político de más de 1,400 millones de católicos en el mundo.
Pero en pleno suspenso litúrgico, no faltan toques de farsa posmoderna: el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, publicó en su red Truth Social una imagen —aparentemente generada por IA— donde aparece vestido con la sotana papal. Una sátira involuntaria o una ironía peligrosa: lo sagrado y lo virtual ya se codean sin rubor.
Imagen generada con inteligencia artificial