Tauro: lo bello, lo firme y lo inmortal en 9 personajes célebres de este signo
Magia y Metafísica
Por: Carolina De La Torre - 04/19/2025
Por: Carolina De La Torre - 04/19/2025
Entre la calma y la obstinación, entre el susurro de Venus y el peso del mundo, habita Tauro.
Segundo signo del zodíaco, primero en enseñarnos a habitar la materia, Tauro no corre, pero a su paso avanza. No se precipita, y aun así conquista. Su paso lento es una danza de resistencia y placer. Linda Goodman los describe como terrenales, sensuales, fieles… pero también testarudos hasta el tuétano. Como si la tierra misma hablara a través de ellos: firme, fértil, indomable.
Tauro es el cuerpo que escucha, el deseo que se transforma en construcción, en persistencia. Tiene hambre de belleza, pero no para admirarla a la distancia: quiere tocarla, habitarla, olerla. Su conexión con Venus no es etérea, sino física, carnal. Tauro no se enamora de una idea: se enamora del mundo.
Y tal vez por eso, tantos taurinos han dejado una marca imborrable. No por lo que dijeron, sino por lo que hicieron una y otra vez. Por lo que construyeron. Por su fidelidad a una visión.
Novelista francés que escribió casi 100 libros como parte de La comedia humana, retratando con meticuloso detalle la sociedad francesa del siglo XIX. ¿Quién más que un Tauro para escribir sin descanso durante años, dormirse con café y levantarse a seguir?
Ícono de elegancia y dulzura, inolvidable en Breakfast at Tiffany’s (Blake Edwards, 1961). Tauro en su calidez, su ternura, su presencia que calma.
Su obra y su personalidad extravagante revelan a un Tauro menos tradicional, pero igualmente comprometido con su arte hasta el delirio.
Padre del psicoanálisis, revolucionó nuestra comprensión del inconsciente y del deseo. Dedicó su vida entera a un solo proyecto: descifrar los laberintos de la psique.
La Primera Dama de la Canción, voz inmortal del jazz. Técnica impecable, calidez inigualable, constancia absoluta.
Dramaturgo y poeta cuya obra ha resistido siglos. Nadie como él para narrar la pasión, el amor, la sensualidad, y los abismos del alma humana.
Autor de Lolita, maestro del lenguaje, sibarita de las palabras. Su estilo pulido, casi sensual, es puro Venus en Tauro.
Figura clave de la Revolución Francesa. Rígido, inamovible, convencido de sus ideales hasta las últimas consecuencias.
Creador de Ciudadano Kane, una de las películas más influyentes de la historia. Tauro en su visión monumental, en su negativa a ceder frente al sistema.
Todos ellos, diferentes, pero unidos por una fuerza común: la capacidad de sostener un deseo y materializarlo. De convertir lo abstracto en concreto. De crear sin prisa, pero sin pausa.
Como dice la frase: los astros inclinan, pero no obligan. Sin embargo, cuando miramos con atención, descubrimos patrones. Y si algo distingue a este signo es su fidelidad al cuerpo, a la belleza, al trabajo silencioso y constante.