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Jóvenes de 18 a 34 años podrán participar en esta convocatoria para darle un giro al tema de los corridos tumbados.

En un momento en el que los acordes del regional mexicano han sido tomados —y muchas veces secuestrados— por narrativas que glorifican el crimen organizado, el Gobierno de México lanza un contrapeso sonoro con el concurso “México canta por la Paz y contra las Adicciones”. Esta convocatoria que no solo busca cambiar el soundtrack que acompaña a millones de jóvenes, sino reimaginar el papel de la música en la construcción de una cultura de paz. 

El anuncio se hizo el 7 de abril de 2025 durante la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum en Palacio Nacional, donde dejó claro que esta iniciativa es parte de una campaña mucho más amplia: una cruzada cultural y social para desalentar la apología del narcotráfico, y al mismo tiempo, abrir camino a una nueva generación de artistas que tengan algo más que decir.

“La iniciativa tiene dos objetivos: uno, promover la música mexicana sin contenidos que hagan apología de la violencia o las drogas; segundo, traer parte de la industria creativa que hay en Estados Unidos a México para promover nuestra actividad”. Claudia Sheinbaum Pardo.

El concurso tiene como antesala una conversación pendiente. Casos como el reciente concierto de Los Alegres del Barranco, donde se proyectó la imagen de Nemesio Oceguera (alias “El Mencho”) mientras sonaban narco-corridos, demuestran que el arte y el crimen están peligrosamente entrelazados.

Ante esto, “México Canta por la Paz y contra las Adicciones” busca recuperar el poder narrativo de los géneros tradicionales —como el norteño, el mariachi o la banda—, pero filtrado por una visión más luminosa que logre inspirar. 

 

¿Quién puede participar?

La convocatoria está abierta a jóvenes de entre 18 y 34 años, ya sea de origen mexicano o mexicoamericano. Se aceptan propuestas en español, lenguas originarias o incluso espanglish. La invitación es amplia e incluye géneros que van del bolero al duranguense, del campirano al tropical, con fusiones posibles hacia el rap, pop, hip hop o rock.

Los interesados podrán competir en dos categorías:

  • Composición: canciones inéditas de hasta 3 minutos.
  • Interpretación: versiones de canciones (aunque no sean de su autoría), también con un máximo de 3 minutos de duración.

El periodo de preparación será del 7 al 27 de abril, dando paso al periodo de inscripción que se abrirá del 28 de abril al 30 de mayo a través del sitio mexicocanta.gob.mx, y será el inicio de una ruta que incluirá fases estatales, regionales y una final el 5 de octubre de 2025, en la que 8 finalistas competirán con votos del público y la evaluación de un jurado.

 

Premios que valen más que likes

Este concurso –que guarda cierta similitud con el popular Eurovision, tan seguido en Europa– no sólo promete visibilidad, también ofrece puentes hacia la profesionalización artística. El Consejo Mexicano de la Música (CMN) será el organismo que acompañe a los ganadores en su despegue. En este caso los premios incluyen:

  • Mejor Canción: contrato con una editora (nacional, transnacional o independiente).
  • Mejor Intérprete: contrato discográfico para producir un LP de 12 temas y contenidos audiovisuales.
  • Premio del Jurado: contrato para grabar un EP de 6 canciones y materiales visuales.

En palabras de Claudia Curiel de Icaza, secretaria de Cultura, esta convocatoria busca ofrecer “una alternativa real, profesional, creativa” a los jóvenes músicos. No se trata de censura, sino de reorientar el deseo de contar historias hacia narrativas que no terminen normalizando el miedo.

“México canta” puede ser una opción para que los nuevos referentes populares no porten rifles ni cadenas de oro, por el contrario, que se tenga en cuenta que un corrido bien cantado, puede ser más fuerte que un disparo.


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