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Además del capital económico, Pierre Bourdieu definió otro tipo de capitales que moldean nuestra vida en común con los demás, como el capital cultural, simbólico o erótico; cómo se diferencia cada uno y cómo moldean nuestra vida cotidiana

Hay un capital que se mueve todos los días a nuestro alrededor y dentro de nosotros. Un capital que no se mide únicamente en dinero, sino en gestos, palabras, vínculos, conocimientos, apariencias y símbolos. Se trata de un capital que nos permite desenvolvernos dentro de la sociedad y poder progresar y que a su vez determinan quién tiene acceso a qué o quién sube o baja en la jerarquía invisible del poder cotidiano.

No se puede explicar los tipos de capital sin hablar de Pierre Bourdieu, uno de los sociólogos más influyentes del siglo XX, quien lo explicó en su libro Poder, derecho y clases sociales. En particular en el ensayo "Las formas del capital", Bourdieu argumentó que para entender realmente cómo funciona el mundo, más allá del mercado y el dinero, es necesario considerar otros tipos de capital: el cultural, el social, el simbólico y, por supuesto, el económico. Cada uno tiene su lógica propia, pero pueden convertirse unos en otros, dependiendo del contexto.

Años más tarde, la socióloga Catherine Hakim propuso un capital más provocador, el capital erótico. Con esto añadió una dimensión que muchas veces se evita nombrar, pero que influye intensamente en dinámicas laborales, afectivas y sociales. Juntos, estos tipos de capital componen una especie de juego social donde todos participamos lo queramos o no. 

Veamos.

 

Capital económico

Es el más común. Dinero, propiedades, bienes materiales, todo aquello que puede comprarse, venderse o heredarse. Un ejemplo de este capital económico son empresarios, herederos de fortunas y en general personas que poseen bienes que tiene un valor elevado dentro del sistema económico capitalista. 

 

Capital cultural

El capital cultural consiste en los conocimientos, habilidades, títulos académicos e incluso formas de hablar o comportarse que son valorados por una sociedad determinada, enmarcada en una época y un espacio específicos. En este caso, Bourdieu distingue tres formas: incorporado (lo que sabes), objetivado (lo que posees, como libros) e institucionalizado (como un diploma o un título).

 

Capital social

Son las redes de relaciones, contactos y vínculos que permiten acceder a mejores oportunidades. Dentro de este tipo de capital, tener “buenas conexiones” muchas veces vale tanto como tener dinero. El aprovechamiento de este capital se puede observar en ámbitos tan distintos como el mundo laboral, la convivencia vecinal y otros.

 

Capital simbólico

Es el prestigio, el honor, el reconocimiento social. Es la autoridad que alguien tiene por ser considerado “respetable”, “famoso” o “legítimo”, como por ejemplo, un artista que no vende mucho, pero cuya obra es altamente reconocida en ciertos círculos, como Banksy, cuya identidad nadie conoce y sin embargo es reconocido mundialmente como un referente del arte urbano. 

 

Capital erótico

Propuesto por Catherine Hakim, el capital erótico incluye la belleza física, el atractivo sexual, el carisma, la vitalidad, el uso de vestimenta y adorno y hasta la fertilidad en ciertos contextos. Es un tipo de capital transversal, que puede encontrarse en cualquier clase social. En la era de la hiperconectividad, muchas y muchos influencers han construido su carrera a partir de su imagen personal y han logrado atraer seguidores y marcas sin la necesidad de nada más que el capital erótico. 

 

En los tipos de capital, todo puede retribuirse ya sea con dinero, atención, afecto, reputación o deseo. Si nos preguntamos sobre si son nocivos o no, la respuesta podría abrir una gran debate. Al final, son recursos que permiten a las personas participar activamente en la vida social y construir caminos propios de realización. El problema no radica en su existencia, sino en los usos que se les da.

Si los tipos de capital se convierten en instrumento de manipulación, exclusión o abuso, ¿pierden su potencial transformador? ¿Cuáles son los alcances del ejercicio de su poder y cómo podemos ejercerlos con responsabilidad? 


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