Tres días con Joyce: el retrato de un genio literario bajo el ojo de Gisèle Freund
Libros
Por: Yael Zárate Quezada - 03/13/2025
Por: Yael Zárate Quezada - 03/13/2025
En 1938, tras dos años de insistencia, la fotógrafa alemana Gisèle Freund logró lo que pocos habían conseguido: retratar a James Joyce en su entorno más íntimo. El escritor irlandés, conocido por su renuencia a ser fotografiado, finalmente accedió cuando la revista Time mostró interés en un reportaje sobre su vida y obra. Sin embargo, en un acto que refleja su espíritu minucioso y su control sobre cada aspecto de su legado, Joyce diseñó el guion de estas sesiones, el cual, de hecho, se publicó posteriormente en forma de libro con el título Tres días con James Joyce, bajo la autoría de Freund y con el título sugerido por el irlandés.
El primer día se desarrolló en compañía de Eugene y Marta Jolas, amigos cercanos de la familia y editores de la revista Transition, donde se publicaron fragmentos de Finnegans Wake. El segundo día estuvo dedicado a la visita a sus editoras en París, Adrienne Monnier y Sylvia Beach, las visionarias que, desafiando la censura de esa época, publicaron su obra Ulysses en 1922. Finalmente, el tercer día estuvo reservado para la esfera familiar, con una reunión que reunió a tres generaciones de los Joyce: su hijo Giorgio, su nieto Stephen y el escritor.
En cada día, Freund documentó cada momento bajo la estricta supervisión del escritor, excepto por una serie de fotografías tomadas de manera fortuita cuando Joyce descendía de un taxi, por ejemplo, una captura espontánea que evoca el estilo paparazzi.
Tres años después, en 1941, el genio literario falleció, dejando estas imágenes como uno de los testimonios visuales más valiosos de los últimos años de su vida.
Nacida en el seno de una familia acomodada en Alemania, Gisèle Freund descubrió su pasión por la fotografía al recibir una cámara Leica como obsequio. Tras estudiar sociología e historia del arte en el Instituto de Investigación Social de la Universidad de Frankfurt, Freund pronto se vio obligada a huir de su país en 1933 tras el ascenso del nazismo.
A pesar de esta situación, la fotógrafa continuó sus estudios de posgrado en la Sorbona, donde estrechó lazos con el filósofo Walter Benjamin quien, por cierto, influyó profundamente en su visión del arte y la fotografía.
Freund no solo fue una innovadora en la fotografía en color, sino también una aguda cronista de la literatura y la cultura de su tiempo. Retrató a figuras como Virginia Woolf, Bernard Shaw, Frida Kahlo y Walter Benjamin, así como a escritores que frecuentaban la icónica librería Shakespeare and Company, entre ellos Simone de Beauvoir y T. S. Eliot.
Al final, el encuentro entre Gisèle Freund y James Joyce fue el cruce entre dos miradas singulares, ambas obsesionadas con la percepción y la memoria. Mientras Joyce lograba desafiar los límites del lenguaje y la narración, Freund exploraba los alcances del retrato como documento histórico y testimonio visual.
Gisèle Freund
Más allá de un libro de fotografías, Tres días con Joyce es una ventana a los últimos años de uno de los más grandes escritores de la modernidad y el trabajo de una fotógrafa que, a través de su lente, logró capturar el alma de las grandes mentes de su tiempo.