La dictadura argentina a través de la mirilla de José Luis Ledesma
Sociedad
Por: Yael Zárate Quezada - 03/31/2025
Por: Yael Zárate Quezada - 03/31/2025
“Argentina atraviesa un período muy oscuro con Milei”, dice José Luis Ledesma, el fotógrafo que capturó uno de los momentos más oscuros en la historia de Argentina.
“Milei ha cuestionado públicamente los crímenes de la dictadura militar. Duda del número de desaparecidos. Quiere borrar la historia. Lo hace en un momento crucial en la batalla por la identificación de los desaparecidos, porque el tiempo pasa, y las Madres de Plaza de Mayo se han convertido en abuelas, algunas incluso en bisabuelas, y muchas han muerto sin saber nada de sus hijos y nietos”. Esto es lo que señala Ledesma al recordar que fue durante la dictadura de Rafael Videla en la década de los 70 cuando generó y se curtió en su trabajo periodístico como fotógrafo en contra de los asesinatos y desapariciones generados por el régimen.
Como un reflejo del Eterno Retorno de Friedrich Nietzsche, a más de 40 años del Golpe de Estado en Argentina, la situación parece repetirse con la motosierra de Javier Milei y el recorte de los derechos de varios grupos vulnerables en la Argentina, sin mencionar su constante búsqueda del acercamiento al gobierno que encabeza Donald Trump en los Estados Unidos.
Las tensiones sociales crecen entre las y los argentinos con protestas de los pensionados cada semana, los enfrentamientos de los hinchas de varios partidos contra la policía en Buenos Aires y el constante acoso desde las más altas esferas del poder “argento” contra el derecho a decidir de las mujeres y la identidad de género de la comunidad LGBTTTIQ+.
En una entrevista con The Guardian, José Luis Ledesma desvela algunos de los momentos clave que marcaron su trayectoria como fotoperiodista, así como la persecución, la huida a Italia, el encuentro con Maradona y la incansable búsqueda de justicia social que galopa como un caballo incansable aunque envejezca el jinete.
Los siguientes son algunos fragmentos recuperado de este texto:
“Fueron años difíciles. No se podía confiar en nadie. Llegaban escuadrones de soldados no oficiales en camionetas Ford Falcon verde oscuro, sin placas; vehículos que se habían convertido en símbolos del terror. Arrestaban a opositores políticos, quienes luego desaparecían sin dejar rastro. [...] Tras el golpe de 1976, el ejército argentino se dedicó a aplastar cualquier oposición potencial, y finalmente 30.000 personas fueron asesinadas o desaparecieron. Las prisioneras embarazadas fueron mantenidas con vida hasta que dieron a luz y luego asesinadas. Al menos 500 recién nacidos fueron separados de sus padres cautivos y entregados a parejas de militares para que los criaran como si fueran suyos”.
Durante su labor como fotoperiodista de Crónica, Ledesma capturó con su Nikon F2 AS, imágenes muy crudas del régimen y como lo detalla el texto: cuerpos ensangrentados, acribillados a balazos, yacían esparcidos por las calles o en sótanos.
“Algunos fueron enterrados en bloques de concreto”, dice Ledesma. “Otros aparecieron en las playas argentinas, tras ser arrojados al océano desde aviones”.
Las coberturas que realizaba Ledesma se convirtieron en una molestia para el régimen de Videla, por lo cual –comenta– los hombres de la dictadura acudían a diario a la redacción del Diario Crónica. “Llegaban con un maletín y se llevaban los negativos de las fotos más perjudiciales para el régimen. Yo había escondido algunos de mis rollos y logré conservarlos”.
“En 1982, antes de finalizar la guerra de las Malvinas, Ledesma abandonó Argentina y se dirigió a Milán, donde comenzó su carrera como fotógrafo independiente. Ese mismo año, un joven futbolista argentino llegó a España. Tenía 21 años, apenas medía 1,65 metros y provenía de Boca Juniors. Se llamaba Diego Armando Maradona”, rescata el artículo.
A partir de ahí se convirtió en fotógrafo del astro argentino y compartió varios momentos de la vida personal del Diez mientras estuvo en Italia.
Sin embargo, el fantasma de la dictadura lo perseguía, pues muchos de los criminales que habían formado parte del régimen huyeron a Italia.
“Entre ellos se encontraba el teniente coronel Carlos Luis Malatto, exoficial del ejército argentino acusado de asesinato y desapariciones forzadas durante la dictadura. En 2019, junto a un grupo de periodistas de La Repubblica, Ledesma, quien se había mudado a Sicilia, descubrió que Malatto había estado viviendo en un pueblo turístico en la provincia de Messina, aunque actualmente estaba siendo juzgado en Roma por crímenes cometidos en Argentina , que también buscaba su extradición”.
La vida y obra de José Luis Ledesma nos recuerdan que el olvido es el mejor aliado de la impunidad. Aunque la dictadura intentó borrar toda huella de su trabajo, su lente pudo documentar una parte cruenta de la historia y hoy su testimonio resuena como una advertencia frente al negacionismo y la erosión de derechos en Argentina. Su legado es más un llamado a no repetir los errores del pasado y a defender los derechos con la misma determinación con la que él sostuvo su cámara.
Con información de The Guardian