Salón ACME es un espacio donde todos los factores que intervienen en el mundo del arte son juntados en un solo lugar y también con un fin: visibilizar al artista.
La edición número 12 de Salón ACME constituye un icono de este nuevo escenario en donde se conjuntan artistas, galeristas, curadores, compradores, académicos, público especializado y otro no tanto y las propuestas artísticas más disímbolas del mundo, amalgamadas con patrocinadores y marcas que le imprimen a la sede de la feria —Proyectos Públicos, ubicado en la calle General Prim No. 30— un toque fashionista y glamuroso donde los artistas están a ras de suelo junto a sus obras, hablando directamente con el público y posibles compradores, participando en conferencias, talleres, conversatorios y respondiendo preguntas junto a los galeristas que montan sus producciones.
Pensada como un escaparate que acerca a los artistas con los siguientes engranes de la industria artística, del 6 al 9 de febrero puedes acercarte a esta exposición que está dividida en seis secciones:
Convocatoria: Es la muestra principal donde se presenta la selección de entre más de 1800 aspirantes el trabajo de 79 artistas —en esta decimosegunda edición— que son seleccionados por un Consejo Curatorial que a su vez es cambiado cada año.
Estado: Cada año se dedica la feria a un Estado invitado. En la edición 2025 el Estado invitado fue Veracruz y participa con la exposición: “Contornos de una barca alucinada”, curada por Rafael Toriz.
Patio: En esta sección se pueden ver piezas de gran formato en las que cada año se invita a un artista para que dialogue con el espacio y muestra su propuesta. Este año le tocó a la artista mexicana Julieta Gil, con su Milefleur, una instalación multimedia que evoca los tapices medievales de "mil flores", y en las que la artista a partir de fotografías de flores construye modelos digitales tridimensionales.
Bodega: Se trata de la presentación de una obra colectiva curada por un curador nacional o internacional que articule la obra. Este año la obra presentada es “Yendo de la cama al living”, curada por Enrique Giner de los Ríos, que explora la relación entre los objetos de uso doméstico y los sentimientos.
Proyectos: Uno de los puntos más interesantes de la muestra ya que son las galerías que montan su set (29 espacios este año), y los encargados de éstas o inclusive los propios artistas se encuentran presentes para promocionar y explicar sus obras interactuando con el público.
Sala: Espacio dedicado a la apreciación de la palabra escrita y a la creación de un espacio de reflexión.
Cabe destacar el ciclo de charlas que se celebrarán en el Museo Rufino Tamayo, titulado: “Constelaciones afectivas”, en donde se buscará reflexionar con artistas, curadores y académicos sobre temas del post-neo age, con temas como la espiritualidad plástica y la inserción de las nuevas tecnologías en la creación artística actual.
Finalmente, este tipo de escenarios han venido a reinventar los modelos de negocios en el mundo artístico a donde los escaparates se han enriquecido gracias a las fusiones entre diversos productos que se ofrecen. La confluencia de los protagonistas del medio y la invención de nuevas narrativas que terminan con la inmersión del espectador en un collage de propuestas que se modifican unas a otras, hacen de este evento una experiencia multisensorial donde las propuestas artísticas destacan como esa piedra filosofal que, al ser tomada, desconcierta y genera más preguntas, porque así empieza nuestro proceso de conocimiento que va camino hacia alguna forma de verdad.