La mafia de PayPal, o la plutocracia tecnológica que conquistó el gobierno de Estados Unidos
Sociedad
Por: Rober Díaz - 02/19/2025
Por: Rober Díaz - 02/19/2025
Aunque Joshua Fisher, director de la Oficina de Gobierno de la Casa Blanca, y otros funcionarios del gobierno de Donald Trump en Estados Unidos han declarado que Elon Musk es solo un “asesor particular del presidente” y que obedece órdenes de él, es díficil creerlo. Basta con recordar al magnate sudafricano durante la ceremonia de investidura, completamente extasiado porque Trump haya llegado a la presidencia, ejecutando el polémico saludo (Sieg Heil) que evocó de inmediato uno de los peores momentos de la humanidad. ¿De verdad Musk no ponderó las implicaciones de ese gesto?
Más bien lo que deja claro ese saludo y sus declaraciones en su red social X es que Musk se siente con el suficiente poder para absorber las consecuencias, o que metió tanto dinero a la campaña presidencial que su presencia es la punta de un iceberg enorme y profundo; y lo que es peor, la presencia de este magnate de la tecnología en el círculo rojo del presidente más poderoso del mundo no sólo lo representa a él, sino también deberíamos tener en cuenta al circulo rojo de Musk, a los que perfectamente se les tiene identificados como la "PayPal Mafia".
Fundada en 1998, PayPal es es la empresa más grande en el mundo que opera distintos tipos de pagos en línea, actualmente con ingresos anuales por más de 2500 millones de dólares.
La historia de PayPal comienza a mediados de los noventa, cuando la empresa más grande de ventas por internet era eBay, la cual, a pesar de tener un creciente mercado, aún no podían hacer que las ventas en línea fueran realmente eficaces y ocuparan menos tiempo entre el click de la computadora y la entrega del producto en casa.
Max Levchin, entonces un joven de 23 años egresado de computación científica, llegó a California sin un peso pero con grandes ideas. Ahí conoció a Peter Thiel, joven abogado de Stanford que buscaba proyectos donde hacer inversiones. Trabajaron juntos en la creación de un sofware que les permitiera encriptar las transacciones en las asistentes personales digitales: así nació Confinity.
Este es el momento en el que aparece Elon Musk, quien llevaba consigo la fama del "niño prodigio" que vendió a los 12 años por 500 dolares el código de un videojuego que el mismo había creado, que a los 27 años vendió su primera startup, Zip2 a Compaq por 307 millones de dólares, para luego fundar el banco en linea X.com, el cual competiría directamente con Confinity y a la postre se fucionaría con X.com para crear PayPal, en la que Musk se desempeñaría como CEO hasta su venta a eBay por la histórica suma de 1,500 millones de dolares en el año de 2002.
Este el punto de inflexión. Muchos de los antiguos colaboradores de PayPal fundan sus propias startups o se unieron a otras. En 2006, Miguel Helft publicó en The New York Times el reportaje "It Pays to Have Pals in Silicon Valley" ("Paga bien tener amigos en Silicon Valley"), en el que expuso lo siguiente:
De vez en cuando, un grupo de antiguos empleados de PayPal se junta para ponerse al día de la vida y del trabajo. Puede ser una carne asada de patio trasero, una fiesta de cumpleaños celebrada en un restaurante fino de San Francisco o una sencilla reunión nocturna en casa de alguien. De manera casi inevitable, la conversación gira hacia los negocios y, antes de que se den cuenta, una nueva start-up ha nacido o encontrado un apoyo financiero.
La idea de una "mafia PayPal" se robusteció cuando la revista Fortune lanzó una portada en el año 2006 donde se convocó a trece de estas cabezas o amigos para posar en una foto que ahora es parte de la historia del Silicon Valley. En dicho artículo se dan algunos consejos para triunfar como ellos lo hicieron:
En ese contexto, varios fundadores de las empresas de tecnología que actualmente vigilan y registran varias de las actividades de nuestra vida cotidiana han actuado como un grupo compacto de archimillonarios que busca satisfacer sus propios intereses, innovando, especulando, comprando barato, vendiendo caro; solo hace falta echarle un vistazo a lo que cada cual hizo por su lado hizo tras la venta de PayPal:
Como vemos, la "PayPal Mafia" es una élite que sólo ha redifinido su papel dentro de la política actual de Estados Unidos, pasando de la acumulación especulativa a participar en las decisiones más trascendentes del gobierno estadounidense. E incluso algunos grandes donadores a la campaña de Trump, como Antonio Gracias, que cedió un millón de dólares a la campaña, es amigo de Elon Musk y su brazo derecho en Tesla. O el mismo Pether Thiel, ávido inversionista del que poco se habla pero que parece tener el lugar de ideólogo de esta plutocracia (aquel concepto descrito por Jenofonte como "el gobierno de los ricos"), y a propósito de quien Carlos Manuel Sánchez publicó en el diario español ABC un artículo titulado: "El cerebro detrás de Trump: 'el Estado soy yo' (versión Silicon Valley)":
Peter Thiel es el inversor con más éxito de Silicon Valley y uno de los principales donantes de la campaña para que Donald Trump, de quien ya fue asesor, vuelva a ser presidente. Su ideario: el liberalismo a ultranza y la desaparición del Estado... excepto cuando el Estado le financia o el Estado es –y este podría ser su plan– él mismo. Si Trump parece no tener rumbo ideológico, Thiel lo tiene clarísimo. Y la democracia, afirma, le estorba.
La nueva plutocracia tecnológica ha llegado al poder: parece que los dados están echados. No los dados a los que se refería Einstein, pues este cúmulo de empresas ya tienen al mundo a sus pies. Estos dados están marcados por las ganancias estratosfericas que estas empreas obtienen a nivel mundial, con la particularidad que ahora parecen haber "optimizado" una metodología para quitar y poner gobiernos a su antojo, ganar o pactar guerras, iniciar pandemias, generan migraciones masivas, genocidios o mirar hacia el espacio exterior pensando en cómo van a fraccionarlo para capitalizarlo. Sin embargo, no hay que olvidar que, de acuerdo con la teoría política más clásica, en tanto el plutócrata tiene su propio Dios, el dinero, la plutocracia es en sentido estricto una forma corrupta de gobierno.