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La presidencia de Trump inicia, como se esperaba, con gran polémica

El presidente Donald Trump ha anunciado un conjunto de órdenes ejecutivas que están generando gran controversia en los Estados Unidos. En el centro de estas medidas se encuentra un esfuerzo por redefinir el reconocimiento gubernamental del género, limitándolo exclusivamente a dos sexos: masculino y femenino. Esta acción forma parte de lo que la administración Trump ha denominado su agenda de "restaurar la cordura."

La primera orden busca reemplazar el término "género" por "sexo" en todos los documentos oficiales del gobierno, como pasaportes y visas, asegurando que estos reflejen "con precisión" el sexo biológico de las personas. Además, prohíbe el uso de fondos federales para la atención médica relacionada con transiciones de género y establece restricciones en espacios como prisiones, refugios para migrantes y albergues para víctimas de violencia sexual, priorizando la "privacidad en espacios íntimos."

La medida ha sido interpretada como un ataque directo a los derechos de las personas transgénero y no binarias, especialmente después de que la administración Biden permitiera, en 2022, la opción de marcar "X" como género en pasaportes. Jennifer C. Pizer, de Lambda Legal, calificó las órdenes de inconstitucionales y anticipó una ola de demandas legales.

Una segunda orden ejecutiva busca eliminar los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) dentro de las agencias federales, descritos por la administración como "radicales y derrochadores." En su lugar, Trump aboga por un sistema "basado en el mérito" y "ciego al color de piel," evocando el sueño de igualdad expresado por Martin Luther King Jr. Sin embargo, sus críticos señalan que esta narrativa ignora las desigualdades estructurales que los programas DEI buscan abordar.

Estas decisiones también afectan directamente a la comunidad LGBTQ+, generando preocupaciones sobre la seguridad y los derechos de las personas transgénero en contextos como prisiones y cruces fronterizos. Según expertos, estas medidas podrían dar lugar a cambios inmediatos, como el traslado de personas trans a instalaciones que correspondan a su sexo biológico asignado al nacer.

El anuncio, hecho el mismo día de su toma de posesión, marca un regreso a las políticas que caracterizaron la administración Trump previa, donde el combate a la llamada "ideología de género" y las iniciativas de inclusión racial ya eran temas recurrentes. Aunque las órdenes enfrentan desafíos legales significativos, reflejan un cambio radical en la política social y cultural del país, generando un amplio debate sobre los límites del poder ejecutivo y la protección de los derechos individuales.