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Cómo Cuarón aplica la filosofía cinematográfica del tiempo a la TV en "Disclaimer"

Arte

Por: Luis Alberto Hara - 11/12/2024

En una entrevista con Wired, Cuarón habló sobre su intención al incursionar en la TV con la aclamada serie "Disclaimer"

Alfonso Cuarón está gozando del éxito crítico de su nuevo proyecto "Disclaimer", su primera incursión en televisión, aplicando un lenguaje cinematográfico de alta factura”.  En una reciente entrevista con Wired,  Cuarón analiza cómo su enfoque cinematográfico se alinea y difiere de la estructura narrativa de las series de televisión, revelando nuevas capas de su arte y de los objetivos filosóficos de "Disclaimer".

"Disclaimer", transmitida por Apple TV+, es un thriller psicológico de siete episodios protagonizado por Cate Blanchett y Kevin Kline. Basada en la novela de 2015 de Renée Knight, la serie sigue a una periodista cuya vida se desmorona tras descubrir que ella misma es el tema de una novela misteriosa que revela sus propios secretos. Fiel al estilo de Cuarón, la serie entreteje una atmósfera de tensión calculada, en la que la línea entre verdad y ficción se difumina constantemente.

Cuarón reconoce en la entrevista que "Disclaimer" representó un desafío creativo diferente. La televisión, explica, suele estar impulsada por la narrativa, pasando de una escena a la siguiente para “mantener el flujo de la narrativa,” mientras que el cine permite una narración visual más contemplativa. Contrasta la naturaleza episódica de la televisión con el “principio del tiempo” en el cine, donde cada fotograma construye un ritmo que transmite algo más allá de la trama. “En las películas, tienes que transmitir todo lo necesario… para ir de A a D,” explica. En televisión, sin embargo, “Se mata el tiempo para mantener el flujo de la narrativa.”

No obstante, Cuarón no se enfrentó a "Disclaimer" con la intención de conformarse con las convenciones televisivas; en cambio, buscó abrir nuevos caminos. Su objetivo era crear una “experiencia cinematográfica” en un formato episódico, algo que rara vez se logra en un medio que, como él dice, a menudo “mata el tiempo” para mantener la atención de los espectadores. Señala que, si bien algunas series como "Chernobyl" y "The Bear" tienen “momentos cinematográficos increíbles,” mantener una visión directorial consistente en varios episodios resulta complicado debido a la participación de múltiples directores. En "Disclaimer", sin embargo, Cuarón mantuvo el control sobre toda la serie, lo que le permitió impregnar cada episodio con su sensibilidad.

Esta sensibilidad cinematográfica se manifiesta vívidamente en "Disclaimer" a través de tomas extendidas y un ritmo deliberado, aunque Cuarón admite que la televisión a menudo presiona a los directores para acortar estos momentos y evitar perder la atención del público. En la entrevista, hace referencia humorística a cómo una toma cuidadosamente sostenida puede llevar a los espectadores a revisar sus teléfonos o a distraerse, una presión que considera más en la televisión que en el cine. A pesar de estos ajustes, "Disclaimer" mantiene la yuxtaposición característica de Cuarón entre el drama personal y el universal, aportando el suspense de su misterio en desarrollo en sintonía con su estética más amplia.

Reflexionando sobre su obra en general, el enfoque de Cuarón en "Disclaimer" resuena con su habilidad distintiva para crear entornos que hablan tan fuerte como sus personajes. Cuarón utiliza la tensión espacial para intensificar la profundidad emocional. En "Disclaimer", aplica una filosofía similar, permitiendo que el entorno interactúe e incluso desafíe a los protagonistas, destacando cómo sus experiencias personales se desarrollan contra telones de fondo existenciales más amplios.

El ambicioso experimento de Cuarón con "Disclaimer" ilustra su creencia en el potencial del medio para evolucionar hacia algo más que una experiencia de visualización pasiva. Con esta serie, está ampliando los límites, utilizando la televisión para acercarse al poder atemporal de la narrativa cinematográfica, una que involucra a los espectadores no solo en la trama, sino en una experiencia vívida de intimidad y reflexión sobre la propia forma narrativa.