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Esta es nuestra selección de los cinco mejores libros que escribió Aldous Huxley. Incluimos dos videos, el primero, uno del propio autor sobre el peyote y los fármacos, y el segundo, una exposición sobre su obra de Jesús Callejo Cabo y María Teresa Román.

Aldous Huxley siempre fue joven, siempre experimental. Nunca padeció de la rigidez madura que disminuye la expectativa y la prueba de los sentidos unidos al cuerpo, del alma unida a la realidad. Es el caso del estado despierto de un niño, incluso en sus sueños, que vivió lo suficiente como para tratar de hacer empírica la sabiduría acumulada de místicos y poetas.

Aunque Huxley sí que padeció graves problemas visuales que retrasaron su ingreso a Oxford, paso natural para un graduado de Eton, parte de una familia de eminentes biólogos y antropólogos que incluye a un Premio Nobel. El propio escritor fue nominado nueve veces a la Academia Sueca, detalle en su biografía que da cuenta de ser, al igual que su pensamiento, un “limbo” hasta al día de hoy entre el talento respetado y la osadía abandonada e incomprendida.

Estado de limbo que hace de este mundo un paraíso y un infierno, quizá visto de una u otra manera por seres de otras dimensiones del ser, una extraña mezcla de horizonte abierto y secretos que toman forma, cuyo contenido es y no es uno mismo. Nos acercamos y alejamos del mundo a través de sus palabras y de nuestra soledad, un punto de vista poderoso:

Las palabras pueden ser como rayos X. Si las utilizas adecuadamente: pueden atravesar cualquier cosa. Lees las palabras y en verdad te atraviesan.

Huxley fue miembro de la Real Sociedad de Literatura del Reino Unido, pero también nunca obtendría la nacionalidad estadounidense por sus opiniones pacifistas, parte de su trabajo sería prohibido en algunos países e instituciones por ser sexualmente explícito o herético, y seguirá siendo para muchos, mientras no termine la guerra internacional contra las drogas, solo un decadente al igual que Charlie Parker, William Burroughs, Jimi Hendrix o cualquiera de las grandes figuras del arte y la literatura contracultural del siglo XX, ligadas a los psicoactivos.

Fue en Estos Unidos donde aceptaría la exploración alucinógena y completaría su aproximaciones a los rastros de la “filosofía perenne”, término acuñado por Gottfried Leibniz, el elixir del chamanismo, del Wu wei, del Advaita, del Orfismo, de la mística renana en el pensamiento del Occidente globalizado, del Oriente marginalizado y de los pueblos indígenas subsumidos. Un proceso de autoconocimiento expansivo que dio inicio, probablemente, por esa incapacidad para ver, un malestar físico que hizo a Huxley menos apto para un mundo ya interpretado por quienes ven de manera normal o expandida por la tecnología, y padecen el malestar de la cultura. Quizá sería esto lo que lo haría ver todavía más amplio y verosímil el interior del mundo:

Descubrí que lo único seguro que se puede cambiar es a uno mismo.

Cuanto más original sea una mente, más se inclinará hacia la religión de la soledad.

Parapsicólogo, escritor de éxito y subestimado, satírico, riguroso, ambicioso y agudo. Crítico del esnobismo intelectual de entreguerras, de la tecnologización irreflexiva, del conformismo moral, de la renuncia a los hechos y a la imaginación por igual, o de separarlos como si nunca, en ni un solo momento hubieran sido uno y lo mismo. Crítico de quienes temen a la muerte y a la vida, Huxley fue un poeta, un científico, un historiador, un novelista, un tratadista puntual, un cuentista y, por sobre todo, un empirista de sus propias ideas escritas, un potente inconformista:

Pero no quiero comodidad. Quiero a Dios, quiero poesía, quiero peligro real, quiero libertad, quiero bondad. Quiero pecado.

En Pijama Surf les compartimos nuestra selección de los cinco mejores libros de Aldous Huxley. También dos videos que pueden ver en Youtube, el primero, una entrevista de 1957 a este escritor y experimentador perenne sobre el peyote y los fármacos, y el segundo, una exposición de su pensamiento realizada por Jesús Callejo Cabo y María Teresa Román:

 

Un mundo feliz, 1932.

Debolsillo, 2020:

Un mundo feliz es un clásico de la literatura del siglo XX, una sombría metáfora de un futuro posible. La novela describe un mundo en el que finalmente se han cumplido los peores vaticinios del capitalismo: triunfan los dioses del consumo y la comodidad, y el orbe se divide en diez zonas en apariencia seguras y estables. Sin embargo, se han sacrificado valores humanos esenciales, y los habitantes se crean in vitro con una técnica concebida a imagen y semejanza de una cadena de montaje.

 

La isla, 1962.

Editorial Edhasa, 2018:

En una isla imaginaria de Pali se produce el choque entre dos modos de entender la vida y las relaciones humanas. Cuando el periodista Will Farnaby desembarca en la isla entra en contacto con unas costumbres, unos ritos, una religión y una actitud ante la vida. De este contraste se deriva fácilmente una reflexión sobre los valores que encarna Farnaby, los propios del mundo occidental, y que los cuestione.

 

El genio y la diosa, 1955.

Editorial Edhasa, 2013:

Las relaciones entre un eminente físico, su bella mujer y un inexperto joven que aspira a convertirse en científico se transforman, por una extraña combinación de deseo y enfermedad, en la manifestación de un estado de gracia que parece propio de dios. Mediante una trama muy inteligente y desplegada con la perspicacia, la ironía y la soltura que le caracterizan, Huxley nos propone una novela encantadora y muy divertida.

 

Las puertas de la percepción, 1954.

Editorial Boek, 2022:

Este libro de Huxley está fundado en la primera experiencia que tuvo con mescalina y está dividido en dos partes. La primera es un pequeño preámbulo al cactus del peyote y otras drogas psicodélicas y plantas de poder, donde relata su experiencia visionaria y sus implicaciones de toda índole, resaltando la importancia que estas plantas han tenido para la humanidad. La segunda parte es un ensayo reflexivo sobre el mundo del inconsciente humano, inspirado por estas drogas. Los ocho apéndices adicionales son pequeños apuntes sobre los estados inducidos por el anhídrido carbónico y otras sustancias, así como los estados visionarios de la mente y el estado mental de los esquizofrénicos.

 

Cielo e Infierno, 1956.

Debolsillo, 2019:

Este librito es una continuación de un ensayo sobre la experiencia con mescalina publicado, hace dos años, con el título de Las Puertas de la Percepción. Para una persona en la que “el cirio de la visión” nunca arde espontáneamente, la experiencia con la mescalina es doblemente reveladora. Arroja luz sobre las hasta ahora desconocidas regiones de su propia mente y, al mismo tiempo, arroja luz, indirectamente, sobre otras mentes, más ricamente dotadas para lo visionario que la propia. Reflexionando sobre su propia experiencia, esta persona llega a una nueva y mejor comprensión de cómo otras mentes perciben, sienten y piensan, de las nociones cosmológicas que les parecen evidentes y de las obras de arte por medio de las cuales se sienten impulsadas a expresarse. En las páginas que siguen he tratado de consignar, más o menos sistemáticamente, los resultados de esta nueva comprensión.

 

 

 

Imagen de portada: Aldous Leonard Huxley, Editores Mexicanos Unidos.