*

Las trampas del materialismo espiritual: las 3 formas en las que la espiritualidad se usa para fortalecer el ego

Filosofía

Por: Joaquín Betel - 07/27/2024

Materialismo espiritual, spiritual bypassing y demás formas con las que el ser humano moderno se autoengaña y usa la espiritualidad para fortalecer su ego y sentirse superior a los demás

Podemos engañarnos a nosotros mismos pensando que estamos desarrollándonos espiritualmente cuando en realidad estamos fortaleciendo nuestro egoísmo a través de técnicas espirituales. Esta distorsión fundamental puede ser llamada "materialismo espiritual", según Chögyam Trungpa en su obra Cutting Through Spiritual Materialism. Trungpa, el maestro tibetano que introdujo a Estados Unidos del budismo vajrayana, observó cómo muchas prácticas espirituales modernas eran en realidad expresiones del nihilismo, reforzando el ego en lugar de trascenderlo. El hombre moderno no está generalmente dispuesto a sacrificarse, a abandonar esquemas de automejora que lo llevan a tener una existencia más placentera en la que se incrementa su poder en la sociedad.

La crítica de Trungpa a la espiritualidad occidental, hippie, consumistas, cómoda, es sumamente aguda y vigente. Él mismo enseñó budismo en la época de la contracultura y sometió a sus estudiantes a prácticas orientadas a romper con el mundo convencional y sus propios apegos. Sobra decir que la manera en la que Trungpa enseñaba sería imposible hoy en día en Estados Unidos con la cultura woke-

Trungpa identificó tres formas en que la espiritualidad se convierte en materialismo espiritual:

El Señor de la Forma: Esta es la búsqueda neurótica del confort físico, la seguridad y el placer. Manipulamos nuestro entorno para protegernos de los aspectos desagradables de la realidad, creando un mundo seguro y placentero con cosas como el aire acondicionado, planes de retiro y funerales privados.

El Señor de la Palabra: Utilizamos el intelecto y la conceptualización para manejar los fenómenos que encontramos. Adoptamos ideologías y sistemas de ideas que racionalizan y justifican nuestras vidas, como el nacionalismo, el comunismo, el cristianismo y el budismo, dotándonos de identidades y reglas para actuar.

El Señor de la Mente: Utilizamos disciplinas espirituales y psicológicas para mantener nuestra conciencia del ego y aferrarnos a nuestra sensación de yo. Prácticas como las drogas, el yoga, la meditación, la oración y varias psicoterapias pueden ser usadas para consolidar nuestra sensación de ser.

Trungpa subraya que esta última forma es la más insidiosa, ya que la esencia de la confusión es que el ser humano percibe su yo como algo sólido y continuo. La espiritualidad, en este caso, se convierte en un intento de llenar el vacío, de materializar el ego y darle una falsa sensación de inmortalidad, consolidando así el materialismo y el nihilismo subyacentes en nuestra cultura.